La semana pasada el Presidente anunció la creación del “Instituto para devolverle al Pueblo lo robado”. Enseguida, @lopezobrador_ anuncia: “Se le va a poner su plaquita: ‘Esto se obtuvo del cartel fulano o mengano’. ‘Esto se obtuvo de lo que se le confiscó al político corrupto fulano de tal’”. De entrada, tanto el nombre del Instituto, no me gustó. Desde hace tiempo, y de hecho esta operando en estos días la subasta que se va a hacer de los automóviles, “hasta la camioneta que regaló el Rey de Jordania”, existe el SAE : Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, dependiendo de la SHCP. Este organismo, se encarga de vender todos aquellos bienes que hubiesen sido confiscados, ya sea mediante acciones legales por adeudos o fraudes a instituciones del gobierno, por ejemplo, el SAT, o bien, por aquéllos bienes recuperados de acciones de la PGR y que hubiesen sido confiscados a delincuentes. Es decir, ya existe un “Servicio” o “Instituto” que se encarga de vender lo recuperado de la ilegalidad, y poner a disposición de la @SHCP_mx esos recursos.
Si a esta posible duplicidad o “repintada”, le acumulamos la noticia de que probablemente en algún lugar de México nos podamos encontrar una biblioteca, o una Telesecundaria con su placa: “Gracias a ‘El Marro’ se construyó este salón, por los recursos que el Gobierno le confiscó”, podemos tener claros indicios de la tendencia populista, y a su vez, ineficaz e innecesaria, de tratar de hacer de ver algo que ya se venía haciendo, cómo acciones de gobierno que van a beneficiar mediante la generación de recursos, a las personas beneficiarias de los programas sociales implementados por el gobierno actual.
Yo no se ustedes, pero prefiero mil veces ver una placa en una plaza de alguno de los hermosos pueblos de nuestro país que diga: “Diseño: Arq. Edelmiro Martínez”, a otra que señale: “Plaza construida con el dinero confiscado a ‘El Terraplan’ del grupo criminal ‘Los malosos’”, ¿y ustedes?
Y una noticia que cimbró a la #4taTransformación, fue la renuncia de de Germán Martínez, cómo Director del IMSS. Pero no sólo es la noticia de la renuncia, sino una carta fuerte, objetiva, directa y que analizaremos a fondo para platicarla la siguiente semana. Entretanto, les dejo una de las frases claves: “Por eso, controlar en exceso esos recursos, que son de trabajadores y empresarios, sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS, puede acabar con esa dinámica de solidaridad social propia del Instituto”. Habla de injerencias de neoliberalismo, de falta de apego a procedimientos. ¿Qué consecuencias tendrá en el Gobierno, en el IMSS, para él mismo?