¿Qué hace que Hércules sea un barrio mágico? Quizás la reciente rehabilitación de su fábrica de hilados y tejidos, la cual ahora alberga la Cervecería Hércules y un Cine Tonalá, que atrae a suficiente extranjero y queretano a la zona, y adquiere dicha denominación. O tal vez es debido al interés inmobiliario por ‘rescatar’ el valor arquitectónico de la República Hermana, uno de los pocos patrimonios queretanos que se encuentran fuera del Centro Histórico. Su magia, opino, va más allá de éstos.
Hércules no sólo cuenta con atractivo para foráneos, sino también con una cultura trabajadora de su gente, que ha insistido desde años atrás por una mejora en sus condiciones de vida y la preservación del medio ambiente.
Hace una semana, el gobierno municipal anunció la inversión de más de 45 millones de pesos para arrancar el proyecto del Barrio Mágico de Hércules a través de la mejora de vialidades y drenes, muy necesarias en la zona.
Sin embargo, no se puede pensar en un Barrio Mágico de Hércules sin el Río Querétaro. El que alguna vez fue la arteria ecológica, económica y social de la zona, ahora es fuente de problemas de pestilencia, desbordamientos y falta de higiene.
Si se habla de un barrio mágico, entonces debe ser el que se manifiesta a través del tipo de iniciativas ciudadanas que han surgido alrededor de una preocupación por el río. Desde jornadas de limpieza como la del pasado 5 de mayo, hasta arte urbano y paseos a lo largo del mismo. Y es que Hércules se vive y se conoce a pie: desde el comerse una de sus famosas nieves y visitar la biblioteca vagón, hasta participar en sus grandes fiestas patronales.
Habrá que pensar qué oportunidades trae el título de “Barrio Mágico” y sus renovaciones infraestructurales. Si se arreglan vialidades, ¿por qué no pensar en peatonalizaciones permanentes y temporales? Si se realizan obras de drenaje, ¿por qué no sanear el Río Querétaro? Y si se piensa en preservar el patrimonio, ¿por qué no frenar la deforestación y la pérdida de suelos de conservación ecológica? El municipio pone el escenario; la magia, la pone la gente.