Muchos tuits, menajes en Facebook, correos electrónicos e invitaciones por todos los medios electrónicos y redes sociales circularon un par de semanas previo a lo que se denomino la “Marcha por la Paz”. Y efectivamente, el 5 de mayo, hubo varias manifestaciones en un poco más de 20 ciudades del país, manifestaciones que, cómo se dejo ver clara y objetivamente, si bien no fueron en silencio, fueron manifestaciones pacíficas, congregando a un buen número de ciudadanos en cada una de las ciudades, y marcharon con varias consignas, con mantas y cartulinas, y con alguno que otro grito de “Fuera AMLO”.
Al término de cada una de las marchas, se cantaba el Himno Nacional, y la gente volvía a sus domicilios, o se quedaban a comentar los pormenores o las preocupaciones que los habían llevado a asistir a dichas manifestaciones.
Fue un buen ejercicio de manifestar y expresar las molestias, inquietudes y hasta enojo de una parte de la población que ha venido viendo que algunas variables económicas, políticas y sociales, no están en los niveles o dando los resultados que se esperaban, y hasta cierta desesperación por la forma en que se han venido manejando asuntos, cómo las llamadas “Consultas a mano alzada” o el “permiso a la madre tierra” y hasta la “consulta secreta en las comunidades cercanas a Santa Lucia”. También fue un punto para que los manifestantes pusieran en claro que algunas posiciones del Presidente @lopezobrador_ han venido a crear fisuras sociales, dividiendo a algunos mexicanos que se han sentido agraviados por sus declaraciones: los conservadores, los corruptos, los fifis, en fin, todos esos sobrenombres que ha venido usando y que provocan molestia en varios sectores de la población.
Todo esto es válido, es cierto y las percepciones no se pueden negar, sin embargo, concedo que la opinión de mi amigo Paulo tiene un gran valor para evaluar los resultados y la trascendencia de esta marcha: En primer lugar, si bien en 5 meses se han dado, por el mismo ritmo que el @GobiernoMX ha impuesto a sus acciones, muchas situaciones y frentes abiertos, también es cierto que en las manifestaciones no se tenían peticiones claras, sustentadas y fundamentadas, sobre todo hablando de que nos quedan más de 5 años de gobierno, y que esos planteamientos deben de ir encaminados al logro de una situación deseada de los sectores manifestantes, no a una catarsis pública de sectores inconformes con la forma cómo se está manejando el gobierno actual.
Y que conste, que con mi #MonitoreoAMLO diario, he ido documentando varios puntos de oportunidad que deben de ser atendidos.