El futbol moderno es sinónimo de grandes inversiones. Esto es algo de lo que he hablado en varias ocasiones. Sin embargo, la historia parece seguir pesando en el balompié moderno y a pesar de grandes gastos multimillonarios de algunos para lograr el máximo título europeo, los gigantes de siempre se mantienen en pie, mientras que los grandes emergentes creados a golpe de chequera siguen quedando a deber.
Ahora las grandes inversiones no solo fallan en el nivel continental, sino en el nivel doméstico. Hay que mencionar a PSG y a Manchester City, pero Bayern, Manchester United, Inter o Milan siguen quedando a deber, pero además presupuestos menores les hacen frente y demuestran que la grandeza no se logra con millones.
Intentar ganar con millones es algo que se ha hecho común en las últimas décadas. El Milan ya tenía historia, pero al llegar el dinero de Berlusconi, entre 1989 y 2007 ganó cinco veces la Champions, Blackburn en Inglaterra ganó la Premier en los 90, pero casi de inmediato el dinero se fue. Caso similar fue el de Lazio en Italia que, tras ganar una Serie A y una Recopa de la UEFA, se vino abajo. Lo mismo le sucedió a Málaga y Monaco, incapaces de competir con Barça, Madrid y PSG, respectivamente.
PSG es un equipo que ha gastado cifras estratosféricas, casi 400 millones entre Neymar y Mbappé. No obstante, tras ganar las dos copas en Francia durante los últimos cuatro años, y ganar seis de las últimas siete ligas, este año con más figuras fueron eliminados en Champions por Manchester United perdiendo una ventaja de dos goles en casa. También el modesto Guingamp los eliminó en su campo en la Copa de la Liga y el fin de semana en la final de la Copa perdieron otra vez una ventaja de dos goles para caer en penales con Rennais.
Manchester City aún puede ganar tres títulos, pero el que querían era la Champions, y hace un año se quedó lejos de la final, el Tottenham fue más contundente. El City era el máximo favorito en las apuestas, pero sin historia para respaldarlo parece les cuesta más competir. El City aún no gana la Premier y le falta la final de Copa. Algo similar pasa con el Bayern, que se ha complicado en el nivel doméstico, mientras que en Europa, al igual que la Juve, sigue esperando una nueva Champions. El dinero ayuda, pero no compra el éxito.