Evo Morales ha estado de visita de estado en Argentina. Una visita muy interesante de un líder populista, demagogo y autoritario, en un país que está plagado de miles y miles de bolivianos que han tenido que huir de la miseria y buscar las oportunidades que su país no les brinda.
La reciente oleada de migrantes bolivianos, hoy más de millón y medio, son muy mal vistos en Argentina, ya que tienen una tasa de fecundidad muy alta en un país con una tasa bajísima; han llenado los cinturones de miseria de diversas ciudades argentinas y exigen que el gobierno que los ha recibido les proporcione toda clase de servicios, albergues, salud, alimentación y educación, siendo muy pocos los que se ponen a trabajar. Esta situación contrasta con los migrantes paraguayos y peruanos, también considerable, que tienen otra actitud en lo general.
Argentina atraviesa por una situación económica crítica y no ha logrado salir de la herencia de los Kirchner, por lo que los llamados a expulsar a los bolivianos, a erigir un muro que frene las migraciones desde Bolivia y sus ataques a los migrantes crecen día a día entre los argentinos que, a su vez, sufren una migración masiva a muchos países.
Evo Morales presume haber sido de niño un migrante en la provincia argentina de Salta, a donde su padre lo llevó a trabajar en la zafra. Se ha reunido con parte de la población migrante de su país en Argentina y ha lanzado otra más de sus demagógicas promesas: dotar de tierras a los que retornen. Pero sabe que no retornará nadie porque la tierra sola no es nada sin créditos, sin seguridad jurídica, sin mercado, que su gobierno se ha encargado de afectar desde que llegó a al poder y del que no tiene la menor intención de desprenderse.
Bolivia y Argentina firmarán acuerdos energéticos, concretamente para la explotación y suministro de gas, pero tienen aparte de esto muy pocos temas que negociar. Morales era uno de los más cercanos a la expresidenta Cristina Kirchner, hoy siendo llamada por la justicia argentina debido a la enorme corrupción que protagonizó. Con todo, Argentina es el segundo destino delas exportaciones bolivianas, después de Brasil. Dos realidades y dos proyectos muy distintos.