El gobierno de Enrique Peña Nieto, dio origen a la Reforma Energética y posteriormente el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado como bandera el combate al robo clandestino de los ductos de Petróleos Mexicanos, bajo el argumento de buscar la recuperación económica de la organización que durante sexenios ha financiado al gobierno mexicano. Así en los recientes días Shell ha manifestado ante las declaraciones de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, que sus precios son competitivos y acordes a su oferta de valor, entonces, ¿quién es quién en los precios de la gasolina? ¿Qué nos enseña el mercado al respecto?
El mercado nos muestra las siguientes lecciones:
• Los bienes que son “commodities”, es decir de uso común, son inelásticos, lo cual implica que salvo un incremento brusco en los precios el consumo de gasolina se mantendrá constante pues los habitantes tenemos la necesidad de movernos.
• La cantidad de oferentes y demandantes determina el precio en el mercado. Si bien se justificó la Reforma Energética con el argumento de que la competitividad permitiría la reducción de los precios pues PEMEX dejaría de ser un monopolio, el hecho de que sea haya convertido en un oligopolio no implica que efectivamente tengamos una competencia perfecta.
• Para que efectivamente se tengan beneficios en el precio de un bien se requiere que la industria esté integrada, regulada y con consumidores demandantes.
De acuerdo a la organización Shell, el precio de venta de combustible está integrado en un 65% por los costos de producción y logística; 25% por impuestos, dejando un margen de 10% que se reparte entre el comercializador y distribuidor.
Ante ello, invitamos a nuestras autoridades a que adicionalmente a monitorear y publicar los precios de las gasolinas por marca en el tiempo, efectivamente garanticen que nosotros los consumidores tengamos el derecho de exigir que se nos entreguen litros de a litro, será entonces cuando los centavos de diferencia en las gasolinas marquen una verdadera diferencia.