Sin duda alguna, algo que en la actualidad preocupa en el medio taurino es la falta de asistencia a los tendidos de las plazas. Esto se presenta por desgracia, tanto en México como en España. Para muestras tenemos la pasada Temporada Grande en La México y la recientemente terminada feria de Fallas en Valencia, donde en muchos festejos los tendidos se vieron vacios a excepción de tardes donde los carteles eran de los llamados rematados con “figuras” del toreo actual.
Tenemos de cara dos de las ferias más importantes en el orbe taurino, en este mes de abril la Feria de Sevilla, que apostará en sus 14 tardes a repetir hasta en tres ocasiones a toreros de renombre como “El Juli”, Roca Rey, Morante de la Puebla y José Mari Manzanares, toreros que tendrán la responsabilidad de llevar gente a los tendidos y que acompañados de otros diestros e importantes ganaderías buscarán dar realce a tan importante feria.
En el caso de San Isidro, para el mes de mayo, la cosa se pone un poco más complicada. Primeramente por lo extenso del serial y en segundo término por la lesión del Maestro Enrique Ponce quien conjuntamente con Andrés Roca Rey eran parte importante en esta feria ya que fueron las únicas “figuras” que aceptaron entrar al esquema del “bombo”, y ante tal situación debió entra al rescate la figura Madrileña Julián López “El Juli”.
Ante la ausencia de toreros como José Tomas, Enrique Ponce (por lesión), Morante de la Puebla, José Mari Manzanares y Alejandro Talavante, aparecen en este serial “Isidril” nombres que sin duda son de interés como Paco Ureña, Diego Urdiales, Castella, Pablo Aguado, Miguel Ángel Perera, por citar algunos, y en base a ellos, Simón Casas diseñó carteles que tendrán como objetivo principal tener los tendidos llenos, pero sobre todo mantener viva a la fiesta. Mucho se pregona que a la fiesta se le apoya asistiendo a los festejos.
Sin embargo, creo que hay otros factores que en la actualidad son necesarios, como la disposición de “las figuras”. La fiesta actual necesita toreros dispuestos a triunfar cada tarde y no solo partir plaza una vez al año, o poner condiciones de algún modo fuera de contexto, se requiere voluntad, amor a la fiesta, promocionarla, difundirla y también, por qué no, saber apreciar diferentes tauromaquias que sin duda son interesantes siempre y cuando vayan acompañadas de bravura y casta.
