Loa análisis que se puedan hacer sobre el técnico de la selección mexicana son inútiles. “Serás juzgado por lo último que hagas”, dice el clamor popular y en la opinión pública es una ley y constante. Primero quien se atreva a realizar un profundo comentario, cualquiera que se pueda hacer, se debe evaluar a un equipo, estamos hablando de un grupo de personas y no de una sola. En el futbol, siempre evaluamos individualmente y pasa generalmente cuando hay que echar a un técnico; se vale hacerlo pero con el camino andado, cuando de plano la pieza que no engrana es quien toma las decisiones.
Los partidos con los que comenzó el ahora entrenador nacional, ganando a Chile y a Paraguay, jamás serán un referente de un futuro promisorio, a veces los jugadores le entienden a su técnico, a veces no, si es muy buena gente, le toman la medida, se meten en zona de confort, pasan por malas rachas, no aguantan las presiones del público, de la prensa y al final hay un resultado.
Si el seleccionador en turno logra convencer y dominar la razón de cada una de las variantes que expongo, habrá saldo positivo.
Ejemplo, la Copa de Oro, próximo compromiso del Tri en el verano. Hay presión porque la última la ganó Estados Unidos e invariablemente habrá que recuperarla. Amable lector, -¿usted si imagina que la selección mexicana no la gane después del papelón que se hizo con Osorio?- El responsable es el “Tata” Martino y algunos jugadores, no todos (los directivos o dueños del Tri, jamás asomarán la cabeza). Ahí es cuando habrá que hacer los respectivos análisis, porqué ganó, porqué se perdió.
Establecer los vínculos para respetar el trabajo de Martino, es importante, vi a los medios de comunicación, entusiastas, positivos, frotándose las manos para lo que significa explotar todo las tertulias que generan audiencias o no. Hay que hacerlo, pero en la medida justa, yo creo que al final del año se podría hacer un balance de la era Martino. Hablemos hasta entonces, observemos, mesuremos cada partido, cada convocatoria, disfrute, haga usted sus apuntes y a finales de noviembre, principios de diciembre, hablamos.