Ni el estadounidense Steven Spielberg hubiese sido capaz de imaginarse un guion como el que aconteció el fin de semana en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Para nadie era un misterio que pasar la ayudas a territorio de Venezuela desde Colombia el 23 de febrero era una tarea difícil por no decir que imposible como al final sucedió.
La coalición contra el ‘führer’ Nicolás Maduro quería mostrarle al mundo que el dictador venezolano era una persona llena de odio que no iba a permitir que las ayudas humanitarias llegaran a su pueblo y lo lograron.
Por su parte Maduro quería enseñarle el mundo que la única verdad era que sus adversarios querían derrocarlo para quedarse con las riquezas de su país y también consiguió ese propósito.
Pero eso no es todo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el de Colombia, Iván Duque; y el de Venezuela, querían una cortina de humo, para entretener y llamar la atención de sus ciudadanos y de paso ocultar sus pésimos resultados y lo consiguieron.
Trump quería tiempo para conseguir recursos para el Muro y lo logró; Duque, necesitaba desviar la atención por la ola de corrupción y componendas políticas y la muerte de niños de las etnias indígenas. Además el asesinato de líderes sociales, que ha originado la atención mundial de las organizaciones de defensas de los derechos humanos.
El caso Maduro, es peor al colombiano, porque los principales mandos políticos y militares están involucrados en negociados que van desde el lavado de activos, pasando por el comercio de drogas y armas hasta la conformación de grupos paramilitares, llamados “colectivos”, “los hijos de Chávez” u otros nombres que actúan a lo largo y ancho del país, pero especialmente en las fronteras donde cobran hasta por respirar y secuestran a diestra y siniestra y si los familiares no pagan en 24 horas asesinan y descuartizan a las víctimas.
Para rematar la “Cumbre de Lima”, efectuada de Bogotá (Colombia) dijo “No a una intervención militar”, por el momento, es decir le perdonaron la vida a Maduro. ¡Qué más quieren los señores!