Los habitantes de la frontera entre Colombia y Venezuela, del sector de Norte de Santander, están preocupados por una posible confrontación bélica propiciada por el espíritu agresivo de mandatarios y expresidentes de ambos países y de los gobiernos de Estados Unidos, Rusia y China, interesados en las reservas petroleras del país sudamericano.
La mayoría de los nortesantandereanos es consciente que el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, que cuenta con el apoyo militar, es el culpable de la crisis que vive su país, pero no quieren una intervención militar para retirar al mandatario por los nexos familiares que existen.
El desfile militar entre las localidades de San Cristóbal y Táriba que hizo el ejército venezolano, el fin de semana, para mostrar su capacidad ofensiva dejo un amargo sinsabor porque Maduro es un maniático capaz de disparar sobre una población indefensa como ya lo hizo con sus conciudadanos y provocar una confrontación.
El expresidente de Uruguay, José Mujica reiteró que hay que buscar una salida electoral porque “hay mucha gente poderosa que tiene voluntad de intervenir militarmente y reitero que “si Venezuela no tuviera tanto petróleo no se acordaba nadie de los derechos humanos que son violados a diario”.
La falta de alimentos, medicamentos, una desbordada violencia fomentada por el mismo gobierno, una galopante corrupción y superinflación transformaron al país más rico de Sudamérica después de Brasil, en una pocilga donde los habitantes esculcan las canecas de las basuras para buscar alimentos para calmar el hambre.
El ‘Führer’ venezolano, en el colmo del cinismo, manifestó que no dejará pasar la ayuda humanitaria internacional, y que el 22 y 23 de febrero celebrará un “gran concierto” bajo el lema “Manos fuera de Venezuela” en la frontera con Colombia, que coincidirá con el concierto que tendrá lugar el 22 en la ciudad colombiana de Cúcuta.
También anunció que, como parte del “gran concierto”, aprovechará para llevar alimentos y atención médica desde Venezuela a Cúcuta.