La trata de personas es un gran crimen contra la humanidad pero, aunque es un delito que todos reprueban, hoy mismo es una plaga difícil de erradicar. ¿Qué propone el Papa Francisco para salvar a las víctimas del tráfico de humanos?
- El fenómeno de la trata. Según un informe de la Comisión Europea (2016), la trata de seres humanos “consiste en la compraventa y explotación de niños y adultos”. El documento describe que la trata de personas se realiza con fines explotación sexual y laboral, junto con otros fines que me impacta enunciar:
“mendicidad forzosa, actividad delictiva, matrimonio forzoso o de conveniencia, o extracción de órganos, la trata de lactantes y niños de corta edad para su adopción, la trata de mujeres embarazadas para vender sus bebés recién nacidos, la trata para la producción de cannabis y la trata con fines de contrabando o venta de estupefacientes”.
- Un silencio cómplice. El video del Papa de este mes denuncia el tráfico de personas. Francisco explica que “aunque tratemos de ignorarlo, la esclavitud no es algo de otro tiempo”. Y más adelante añade que “no podemos ignorar que hoy hay esclavitud en el mundo, tanto o más quizás que antes”.
Hace un año, en la Jornada de 2018, el Pontífice habló sobre el sorprendente silencio ante el fenómeno de la trata. El Papa denunció con claridad que hay personas que conocen este problema, pero no quieren hablar de él “porque se encuentran al final de la ‘cadena de consumo’», como usuarios de los ‘servicios’ que son ofrecidos en la calle o en internet”.
Y añadió que también hay personas que directamente no quieren que se hable de este teman, por que están implicados “directamente en las organizaciones criminales que de la trata obtienen buenos beneficios”.
Epílogo. El dolor de hombres, mujeres y niños que son tratados como esclavos y que sufren dolor físico y maltrato psicológico es una gran herida social, que nos afecta a todos, aunque no lo queramos ver. Por eso, es tarea obligatoria de todos no quedarnos callados, no aceptar que la trata de personas sea algo normal de nuestra cultura y denunciarla.