Para evitar 350 muertes anuales Francia emitió en junio pasado un decreto para disminuir la velocidad de 90 a 80 Km/h en carreteras secundarias. Esta medida ha generado protestas y debates tanto al Presidente Macron como a su primer ministro, dando como resultado un debate nacional que terminará el próximo 15 de marzo, el cual determinará el resultado final. ¿Qué podemos aprender de este ejercicio?
En la página Internet oficial securite-routiere.gouv.fr se puede buscar la información sobre los beneficios esperados de la disminución de velocidad. Menos muertes, 250 euros menos de consumo por automóvil al año, 30% menos contaminación, menores daños, mejor visibilidad, menor distancia de frenado con un incremento de dos minutos por cada 25 kilómetros de trayecto. A simple vista el beneficio es mayor que el costo, pero ¿por qué se están retractando de ejecutar esta medida en gobiernos locales a pesar de haber ya erogado 10 millones de euros para cambiar los señalamientos?
Los gobiernos locales argumentan que esta disminución implica congestionamientos, molestias, aumentos en los tiempos de trayecto y retrasos en la entrega de productos o la llegada de trabajadores fuera de los horarios establecidos. Son 400,000 kilómetros de caminos de doble circulación sin algún muro o separador de carriles.
El debate consta de conferencias locales y participación en línea. El gobierno pone el sitio Internet granddebat.fr donde se pueden encontrar las reglas de participación. La tecnología ayuda, pero el cimiento del ejercicio son los grupos organizados que proponen reuniones locales con autoridades. Imagine Usted ¡un debate por 10 Km/h y 350 muertes al año!
Para algunos la medida podría parecer algo inoportuno, es decir fuera de tiempo o lugar, pero contrariamente, podría salvar muchas vidas. Para quienes sienten el beneficio, la oportunidad llegó en el momento justo y oportuno. ¿Vale la pena este debate nacional o debería ser asunto de cada localidad?