Como si no fuera suficiente la preocupación que tenemos por las crisis autogeneradas por AMLO, es muy probable que pronto tengamos otra crisis, esta externa, sobre la que no tenemos control y cuyos efectos no será tan fácil maquillar con ocurrencias ni cortinas de humo (como se ha hecho con los errores garrafales internos). Esta crisis es el Brexit.
Con el rechazo que se dio este pasado martes 15 de enero al plan para que Gran Bretaña (GB) saliera de la Unión Europea (UE), este país se perfila lenta, pero constantemente, hacia el abismo legal, comercial y financiero. La amplitud de la negativa en el Parlamento al plan presentado por la Primer Ministro Theresa May fue histórico, 432 votos en contra frente a 202 a favor y refleja la gran dificultad que existe para llegar a un acuerdo sobre el tema. Por su parte, la UE ha indicado que no va a modificar los términos del acuerdo ya aprobado con GB. No pinta nada fácil la situación y se perfilan 4 posibles escenarios para Theresa May.
Uno, llama a elecciones generales para tratar de obtener una mayoría en el Parlamento que apruebe el acuerdo que ya logró con la UE. Pinta difícil pues hace poco hizo algo parecido y acabo con menos seguidores. Dos, busca renegociar mejores términos con la UE y presentar un acuerdo más amigable a GB para aprobación. También parece complicado pues la UE no quiere parecer débil en este tema y mandar el mensaje de que sería fácil para otros miembros de la UE separarse. Tres, llama a un nuevo referéndum sobre el Brexit buscando que en esta ocasión prevalezca la opción de mantenerse en la UE. Igualmente, nada sencillo pues requiere el consentimiento del Parlamento que ha mostrado animosidad importante frente a May. Cuatro, se deja pasar la fecha límite para una salida negociada, marzo 29, y GB simplemente deja de pertenecer a la UE sin reglas establecidas. Esta última opción nuclear que generaría una crisis mundial.
Si no hay acuerdo, las relaciones entre GB y la UE se regirían por las normas y principios comunes del orden internacional, incluyendo las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Entre otros temas ríspidos, se requerirían reglas especiales para (i) lidiar con la situación de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, (ii) permitir el vuelo de aviones de GB sobre territorio de países de la UE y viceversa, (iii) asegurar el suministro de medicinas y víveres en GB, (iv) regular la situación de ciudadanos de países de la UE viviendo y trabajando en GB, (v) establecer nuevas tarifas y procesos a las cadenas de suministro de comercio exterior, etc. En fin, hay que esperar que se llegue a un acuerdo, pero prepararse para el escenario de catástrofe que es bastante probable y que, si llega, no se va a solucionar con un simplón “Me Canso Ganso”.
Pal Gordito… Si andan por Miami deben de ir a probar la comida del restaurante Novikov, del grupo del ruso Arkadiy Novikov. Este restaurante ya tenía presencia en Londres, Dubái, Moscú, Doha y Porto Cervo y trae un claro toque internacional, particularmente con sus fenomenales platos de Robata y su arquitectura de vanguardia del famoso diseñador Adam Tihany. ¡No se les vaya a pasar!