Bret Stephens
Si los más grandes novelistas y dramaturgos de la historia regresaran de entre los muertos para poder narrar el inverosímil relato de Donald Trump, ¿cómo lo harían? ¿Cómo capturarían al hombre y su presidencia en todo su esplendor alucinante, absurdo y escalofriante cuando nosotros, los periodistas, casi siempre parecemos quedarnos cortos?
Vamos a comenzar con Shakespeare. ¿‘El Bardo’ escribiría ‘Trump’ como una comedia o una tragedia?
De vuelta en 2015, cuando Trump anunció su candidatura, seguramente habría sido una comedia. Donald habría sido Falstaff, esa “enorme montaña de carne”, como el príncipe Enrique lo llama, cuyas mentiras son “gordas como montañas, flagrantes, palpables”. En este caso, tendríamos a un personaje que siempre trata de llamar la atención de las masas –procaz y ridículo; magnético, pero patético– y que, por fortuna, no estaría destinado a nada más.
Excepto que, en nuestro actual drama de la vida real, este Falstaff de algún modo se las ha arreglado para usurpar a Enrique y apoderarse de su corona. Por ende, pasamos de la comedia a la tragedia: Trump como Macbeth.
Sin duda, es difícil imaginar a Melania como un modelo de Lady Macbeth, pero Roger Stone, Steve Bannon y Ann Coulter son perfectos como las tres brujas. ¿Banquo? Ese está fácil: Michael Cohen, tanto como su cómplice vivo, como su reproche fantasmagórico. Macduff es Bob Mueller, por supuesto.
Otra posibilidad: Ricardo III. El novelista político Richard North Patterson me dio una idea de cómo podría funcionar.
“En el lugar de Ricardo”, sugiere Patterson, “un Trump deformado moralmente que se deshace sin piedad de los aspirantes patéticos al trono –Marco Rubio y Ted Cruz– a fin de conseguir la mano de una madre sustituta para Lady Anne: el Partido Republicano que toma la apariencia de Reince Priebus”.
“A medida que los cuerpos se apilan uno sobre otro –Rex Tillerson, John Kelly– Trump/Ricardo es presa de la paranoia letal. La tragedia se cierne sobre el reino hasta que, por fin, el tirano demente es derrocado por el salvador de Estados Unidos, el Conde de Richmond en forma de… ¿Mike Pence?”.
Esperemos no llegar a eso. ¿Qué me dicen de algo con un tono más satírico?
Al igual que la presidencia de Trump, se trata de una saga de afectación política épica. Hablamos de ‘El maestro y Margarita’, de Mijaíl Bulgákov, que narra la historia de lo que ocurre cuando el diablo y su comitiva llegan a una ciudad capital que está tan segura de sus propias certidumbres morales que piensa que puede negar la posibilidad de su existencia.
The New York Times