Por la fiesta de la Virgen de Guadalupe, millones de peregrinos abarrotan cada año su Basílica, mientras que en muchos países también la celebran con fervor. Esta enorme devoción guadalupana, ¿es una fuga colectiva para evadir la dura realidad social y económica?
- Crisis social global. Si nos limitamos solo a contemplar la situación de los países latinoamericanos, donde la devoción a la Guadalupana es muy grande, observamos severos problemas políticos en Venezuela y Nicaragua, una gran crisis humanitaria por la llegada de migrantes a las fronteras sur y norte de México, una inseguridad generalizada causada por la violencia (especialmente en Brasil, Venezuela, El Salvador y México). Además, de la recesión económica de casi toda esta región.
- Una esperanza muy especial. Sin importar si un sujeto es creyente o no, es un hecho que este necesita un motivo grande para esforzarse en el presente, con la finalidad de mejorar su situación en un futuro no tan cercano.
Ante una crisis social y económica, parece que todos los esfuerzos deberían enfocarse solo al trabajo y a la justicia social. Sin negar esto, la devoción religiosa a la Virgen de Guadalupe lleva a buscar primero la transformación personal como base para la reforma social.
- Necesitamos consuelo. Desafortunadamente, las injusticias sociales y la pobreza conllevan mucho dolor: migración forzada, gente desplazada, trata de personas, homicidios, secuestros, pérdida de bienes y otros.
Ese dolor necesita ser consolado, pues las meras promesas de justicia o de venganza no confortan un corazón herido. Y precisamente la devoción a la Virgen de Guadalupe es un gran consuelo, justo el que buscan esos millones de personas que no lo han encontrado en este mundo.
Epílogo. Las palabras de Santa María a Juan Dieguito, “¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, no son una evasión para nuestro compromiso social. Son más bien, palabras de consuelo y misericordia, que nos permiten sanar nuestro interior lastimado por el dolor y la injusticia, para recuperar la ilusión en trabajar por una sociedad justa y solidaria.