Es el año 2006, con el trabajo de Al Gore y su película ‘An Inconvenient Truth’, cuando comenzaron acciones en políticas públicas sobre cambio climático. Desde esa época, gobiernos consientes han entrado en reflexión e investigación científica a fin de reducir las emisiones antropogénicas (creadas por el hombre) de CO2 mundial, que desatan alteraciones climáticas.
Aunque se intenta frenar este cambio climático, la realidad es que seguimos contaminando, omitiendo y frecuentando prácticas poco amigables. Hoy, tenemos desastres climatológicos como inundaciones, sequías y huracanes, en cualquier época del año, además de cambios de clima contrastante.
Hace una década, se reconoció que el ambiente construido era la causa principal del cambio climático, según J. Smith (2005) el 50 por ciento del consumo de energía era usado por edificaciones. Es en esa época cuando la sociedad se divide, por un lado, a favor de las altas densidades con edificios altos, siendo referente de “progreso”.
Así se inició la carrera por hacer creer que un edificio es garantía de sustentable, sostenible y eficiente ante los problemas mundiales de contaminación y de uso de suelo eficaz.
Hasta el momento en nuestro país, se colocan edificios en lugares estratégicos por grandes inversionistas, y desarrolladores, sin tomar en cuenta el efecto sobre el ambiente y contexto en donde se relacionarán, siendo en medida también con efectos negativos a su contexto y al planeta.
Por ejemplo, muchos tienen mayor consumo de energía tanto en limpieza como en su mantenimiento. Por aire acondicionado, iluminación artificial y elevadores, saturan servicios como drenaje, porque se conectan a lo existente. Además no prevén el consumo de agua potable.
Pocas veces en Latinoamérica, se dota de una adecuada infraestructura a estos desarrollos, y como lo señala Banco Mundial, vamos un paso atrás referente al primer mundo –aunque llenemos de edificios nuestras ciudades– respecto a la calidad de vida y productividad, por no dotar de una adecuada infraestructura antes de crear altas densidades de población.