Durante la ejecución de las obras públicas existen numerosos factores que inciden en las fechas de terminación de las obras. Es muy bien sabido que la fecha la pone la agenda política de quien promovió o gestionó la obra y muchas veces resulta difícil imaginar la serie de esfuerzos que se realizan para entregar a tiempo.
Otra razón para apresurar los trabajos en la obra pública es el cierre fiscal, esas fechas límite que los contadores siempre tienen muy presentes y que a nosotros en la construcción se nos olvidan. Cada año, muchas obras requieren ser terminadas antes del mes de diciembre para que los trámites administrativos y fiscales puedan llevarse a cabo antes de que termine el año. Ello conlleva a que se realice un esfuerzo extra por parte de las empresas para cumplir todos los requisitos y trámites.
Me permito traer a este espacio una anécdota de cuando me tocó entregar una obra importante en un municipio. La construcción se había terminado ya, quedando los últimos detalles de los acabados, la fecha para el cierre administrativo estaba muy próxima y no solo era la presión por dejar el edificio listo, también la misma presión de los servidores públicos por cumplir y cerrar en tiempo anexando todos los documentos derivados del cierre de obra.
En esas fechas mudé mi despacho a las oficinas de Obras Públicas municipales, creándose un ambiente interesante de compañerismo entre servidores públicos y empleados de la iniciativa privada.
Los compañeros del Municipio comprendieron el gran compromiso que había para cerrar todo al 100 por ciento, nuestro supervisor de obra se desveló con nosotros, firmando, revisando, imprimiendo, verificando medidas en la obra, tomando fotografías de cada trabajo, y todo lo que necesario para la entrega.
Durante tres días y sus noches, trabajamos en las oficinas municipales con un ambiente de compañerismo que permitió que la obra quedara terminada físicamente y entregada administrativamente, Gobierno y empresas nos volvimos un solo equipo.
Hoy, a un año de esas desveladas me permito agradecer y reconocer el trabajo de los servidores públicos que trabajan con vocación, con honestidad y con verdaderas ganas de contribuir a que nuestro país sea mejor.