Para referirse a nosotros, nos han dicho de muchas maneras, pero en mi opinión, considero que el término ‘especial’ es el que más daño, a nivel psicológico, puede causar con el tiempo.
El término especial surge de los modelos educativos, que asumen que la educación especial debe ser para las personas con necesidades especiales, para de esta manera obtener el aprendizaje esperado y lograr su integración social.
En países como España, se ha sustituido el término de ‘educación especial’ por ‘necesidades educativas especiales’, lo cual consiste en eliminar las barreras en cuanto al aprendizaje e incrementar la participación social para todos los que asistan a la escuela.
Sí, efectivamente en la educación sí hay necesidades educativas especiales, que no siempre aplica para todos, pero eso no nos hace a las personas con discapacidad seres especiales. Simplemente somos personas con algunas dificultades, pero con ganas de salir adelante.
Los únicos que tienen capacidades especiales son los superhéroes, porque, como la palabra lo indica, es especial esa capacidad, por lo que únicamente tú, en el mundo, podrías hacerlo; pero hasta la fecha no se ha visto a alguien que pueda volar o atravesar paredes, así que no habla de la discapacidad.
A lo que normalmente se refieren es a una capacidad un poco elevada a diferencia de otros, la cual todos la tenemos, pero no es especial ni algo sobrehumano; es salir adelante. Simplemente es nuestra vida. En el momento que la usamos con nuestros hijos y día con día les decimos que son especiales por su discapacidad, literalmente lo que estamos haciendo es meterlos en una caja de cristal y a la sociedad le estamos diciendo “no te acerques”, “no lo toques”, “no lo mires”, “no lo juntes” o “así de lejos está bien”.
Entonces todo eso que hablamos en referencia a la inclusión y ser parte de la sociedad queda a un lado completamente.
Los invito a que comencemos con la inclusión de nuestros niños desde casa, haciéndolos independientes y que crean ser capaces de lograr todo lo que se propongan.