En la agenda geopolítica para 2018 seguirán presentes temas como la guerra en Siria; la situación en la península coreana y, en general, los llamados conflictos ‘tradicionales’ en donde se disputan los intereses de los denominados Estados- Nación, es decir la geopolítica tradicional. Sin embargo, ya hace un tiempo que los escenarios en donde existen disputas por el poder no se limitan a estos actores tradicionales o también llamados estatales.
Un escenario en donde las disputas por el poder tendrán auge es el denominado ciberespacio y tiene diferentes aristas. Una de ellas es el debate y acciones en torno a las llamadas criptomonedas. Las estrategias que se presentan en este nuevo espacio geopolítico están más diversificadas y van más allá de tener un armamento o poder económico convencional. La tecnología y la psicología de masas tienen un papel muy importante en esta área. Un ejemplo de esto es la apreciación y depreciación del Bitcoin en los últimos meses.
Estos espacios, que en un futuro serán los convencionales, demandan más atención, sobre todo de los medios de comunicación, quienes se verán presionados para dar información más detallada, a una población que está mostrando interés por saber más de lo que sucede en escenarios, hasta hace poco, lejanos para el gran público.
De inicio, se debe entender que los actores que se disputan estos espacios no basan su poder en la posesión de ejércitos o armas de destrucción masiva. La tecnología y el manejo del ‘nerviosismo’ en los mercados financieros son las principales armas. La tecnología y el uso de aspectos psicológicos son instrumentos que están teniendo gran poder en la apropiación de espacios en las nuevas geografías globales, entiéndase como ejemplo, el ciberespacio.
De tal suerte, los analistas deberán tener conocimientos interdisciplinarios, para poder entender estos nuevos escenarios. Los análisis tendrán altos elementos de ciencias tradicionales y emergentes, desde la psicología hasta la inteligencia artificial. Así, quizá, se podrá explicar de mejor manera lo que está pasando con el Bitcoin, por ejemplo. Ese es el reto.