En Querétaro la transparencia ha sido un elemento discursivo recurrente, sin embargo el cambio ha sido muy gradual y no ha logrado satisfacer a la ciudadanía ya que aún existe la queja de que no se sabe acerca de las obras del gobierno.
Hoy día ya es posible consultar en algunos portales municipales (como el de Querétaro) la información georeferenciada de las obras públicas en proceso, también hay información del Padrón Municipal de Contratistas, se detalla el procedimiento de revisión de precios unitarios según estudios de mercado, el procedimiento para pago de estimaciones, procedimientos de contratación de obras y los perfiles profesionales de los responsables del área de Concursos y Contratos.
Hace algunos años (antes del sexenio de Vicente Fox) esta información no estaba al alcance de cualquier ciudadano como hoy día, sin embargo aún sentimos que el gobierno nos debe en cuanto a transparencia, y no sólo en el rubro de la obra pública, sucede lo mismo en algunos programas, apoyos, adquisiciones y hasta contrataciones de servicios.
¿Qué le falta al gobierno para cumplir con la transparencia que exige la sociedad?
Al menos en materia de Obras Públicas aún falta vencer una barrera que siempre ha existido, la barrera del miedo a socializar los proyectos. Resulta complicado ese proceso pues es un punto de aparente vulnerabilidad política ya que la oposición (sea cual fuere su filiación política) trabaja para echar abajo cualquier posible éxito de la administración en turno.
Esto ocurre cada tres años, y aunque hubiere alternancia, quienes no tienen el poder de la administración se encargan de hacer una crítica lasciva y fuera de contexto de algunos proyectos.
Resulta sumamente importante buscar mecanismos de participación ciudadana desde la Planeación de los proyectos, la molestia de la sociedad con las obras públicas se detona el día que abren la puerta de su casa y se encuentran maquinaria demoliendo su calle, nunca se enteraron de que próximamente se iniciaría una obra pública en su frente.
La sociedad debemos hacer nuestra parte e involucrarnos más con las autoridades para integrarnos y participar en un proceso de planeación de obras antes de mover un solo tabique.