El área de Obras Públicas muchas veces exige esfuerzos y sacrificios que la ciudadanía no percibe desde la calle. Los servidores públicos que laboran en las diferentes dependencias que realizan obras, en repetidas ocasiones, deben trabajar más allá de su horario, sobre todo en casos de contingencias.
Nos quedamos normalmente con la impresión, sorpresa o malestar de una obra pública mientras se construye. Generalmente nos molesta si interfiere con nuestra rutina, de lo contrario, le damos la oportunidad y hasta opinamos al respecto.
Por otra parte, poco se conoce del proceso de planeación, desarrollo de ingenierías, diseño y gestión previos a la ejecución de tantas obras que “afectan” nuestra cotidianeidad.
Tengo buenos amigos que trabajan en diferentes áreas dedicadas a las obras públicas en diferentes municipios y en Gobierno estatal; esta semana presencié cuando a una de mis amigas le dieron la noticia de que sus vacaciones decembrinas serían afectadas debido a una inesperada carga laboral que requería especial atención.
Se trataba de un paquete de proyectos que se convertirían en 15 obras importantes y muy necesarias para la ciudadanía. Mi amiga, junto con otros departamentos y personal a su cargo, deberán trabajar a marchas forzadas cuando nosotros, el resto de la ciudadanía, estaremos envueltos en un ambiente más relajado, no necesariamente gozando de vacaciones como las que ella tenía planeada.
Tomo el ejemplo de mi amiga, a quien felicito por su trabajo, y me permito invitarlo a la reflexión, pues cada profesión tiene exigencias fuertes y ese momento es cuando la vocación se hace presente, pues muchas personas que ven el caso desde afuera, podrán opinar que simplemente no estarían dispuestas a sacrificar tanto por un empleo.
En mi caso, la vocación me ha llevado a dar más por la arquitectura de lo que muchos estarían dispuestos. A veces sin una remuneración o un reconocimiento monetario, pero sí con la convicción de que las cosas se llevaron a cabo y que se hicieron con pasión para llevarse a un buen final, siempre buscando que las cosas se hagan y poniendo nuestro granito de arena para contribuir a la construcción de un país mejor como el que nos merecemos.