Francisco estableció celebrar una Jornada de los Pobres. ¿Por qué el Papa pone su atención en los necesitados? ¿Qué clase de revolución social pretende?
1. Una jornada por los necesitados. El año pasado, al clausurar del Año de la Misericordia (13 de noviembre), Francisco tuvo la idea de instituir que se celebre en toda la Iglesia, en el penúltimo domingo del tiempo litúrgico ordinario (cuya fecha es variable), la Jornada de los Pobres.
El Pontífice instituyó esta Jornada con el objetivo de ayudar “a las comunidades y a cada bautizado a reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa (cf. Lc 16,19-21), no podrá haber justicia ni paz social”.
El Papa Francisco, con esta Jornada, busca expresamente romper la dialéctica dañina de “pobres contra ricos”, y para eso sugiere iniciativas que ayuden tanto a remediar la situación de los pobres, como a enriquecer espiritualmente a los pudientes mediante su solidaridad hacia los necesitados.
2. Pobreza y evangelización. Francisco explica que ayudar a los pobres es vivir el corazón del Evangelio. Por eso, sugiere que una manera clave de difundir la fe, en la cultura de hoy, consiste en ayudar a las personas a encontrar a Cristo en el próximo que está más necesitado.
El Papa propone las actividades de voluntariado como un verdadero “encuentro” con los pobres, pero pide que el “compartir” nuestros bienes con ellos no sean un gesto aislado, sino un “estilo de vida”.
Y explica que esta forma de vida produce alegría y serenidad espiritual, porque “se toca con la mano la carne de Cristo”. Y añade que, si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que “toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres”.
Epílogo. Esta es la verdadera revolución de Francisco: integrar en una sola iniciativa dos de las grandes preocupaciones de los últimos pontífices: aliviar la pobreza y recristianizar la sociedad. Lo revolucionario de la Jornada de los Pobres radica en hacer de una causa social el cauce para reevangelizar a la sociedad occidental.