Seis de cada 10 mujeres se consideran poco valoradas en cuestión profesional, indica Adecco. “El 62 % de las mujeres en nuestro país opinan que no tienen el mismo reconocimiento que los varones en cuestión profesional”, refiere por su parte la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
Hoy tenemos mujeres más activas, productivas, involucradas y participativas que las generaciones anteriores. Ocho de cada 10 entrevistadas se consideran exitosas, el 45 % menciona sentirse bien porque cumple con sus objetivos de vida, el 26 % logra equilibrar sus intereses personales y profesionales, mientras que el 20 % finca sus triunfos en la búsqueda constante de retos.
La presencia femenina ha crecido rápidamente en los sectores productivos y 30 % de las mujeres reconocen sentirse ‘estancadas’ en su profesión por carecer de oportunidades para ascender. Cincuenta y uno de ellas menciona tener topado su incremento salarial, mientras que 29 % le falta reconocimiento profesional.
Encontrar un nuevo acomodo cultural no es sencillo, aunque ya se está trabajando en ello. Hoy podemos observar mayor participación femenina en la política, industria, en el área de servicios, carreras técnicas e ingeniería, contrayendo nuevos estereotipos que dignifican el género femenino. El cambio requiere participación, equidad (para hombres y mujeres), mucha voluntad y leyes que sostengan y den seguimiento a las propuestas e iniciativas que empoderen y capaciten al género femenino y masculino.
La equidad de género es cuestión de mujeres y hombres, de la forma en que educamos, y compartimos conocimiento; recuerda que tus palabras convencen y tu ejemplo arrasa. El empoderamiento debe de venir acompañado de respeto, dignificación al ser humano, no importando su género o preferencia sexual; también requiere de inclusión y equilibrio.
Las jóvenes mexicanas ven la maternidad como un obstáculo para su realización profesional y prefieren postergar su maternidad hasta los 40 años, contraen nupcias sin tener descendencia o deciden vivir solas, lo que obliga a plantear y promover nuevos esquemas sociales en el país.
La equidad (igualdad de oportunidades) nos conviene a todos, no solo para lo que nos conviene. ¿En qué contribuyes para qué suceda?