En 2014, Peter Lik vendió la fotografía ‘Phantom’ a un coleccionista privado, por 6.5 millones de dólares, superando a Andreas Gursky que tenía el récord por vender una foto del río Rin en 4.3 millones.
Hasta el momento, es lo que más se ha pagado por una foto impresa.
Si tal pieza alcanza el grado de arte o no, es debatible. Se entiende que el fotógrafo recurrió a una técnica especial, que nadie más vio lo que él vio y que esa imagen no podrá ser reproducida en ninguna otra ocasión sin que el dueño de los derechos lo permitan. Tal vez por eso el precio, pero en una era tremendamente efímera y digital como esta que vivimos, ¿se podría pagar lo mismo por una foto, digamos, de Instagram?
Selena Gómez, quien tiene la mayor cantidad de seguidores en esa red social, logró vender en 2016 una única publicación a Coca-Cola por medio millón de dólares. Es una foto claramente publicitaria con un maquillaje balanceado, un proceso digital que no se parece a los filtros comunes de Instagram y la inconfundible botella en la mano de la cantante.
Un único ‘post’ digital que alcanzó una exposición mediática gigantesca, llegó y encantó a sus seguidores en redes sociales que en conjunto superan 240 millones de usuarios. La diferencia entre lo pagado a Selena Gomez y a Peter Lik sigue siendo considerable, incluso incomparable. Esta brecha, sin duda, se irá cerrando, hasta el momento en el que alguna personalidad, o conjunto de personalidades, logre que una sola fotografía digital para redes sociales supere 6.5 millones de dólares.
Será una fotografía creada por otro, no por el personaje. En redes sociales importa más el impacto que tiene como influenciador que como creador.
Será una fotografía publicitaria, pues solo una marca pagaría tanto por mandar un mensaje. Probablemente será una fotografía aspiracional o ligada a un hecho tan simbólico que la gente se sentirá identificada de alguna manera.
Será una fotografía estética y satisfactoria de ver, revelará sentimientos positivos y su objetivo será acumular la mayor cantidad de ‘likes’. Esa es la inversión.