El regreso
En solidaridad con los afectados por el sismo del pasado 19 de septiembre, el gobernador del estado suspendió el acto masivo en el que daría el tradicional discurso político que acompaña los informes de Gobierno. Al final sí hubo discurso e invitados especiales, pero se dio en el Congreso local, justo como se hacía anteriormente, en esas épocas en que la mayoría de los diputados pertenecía al mismo partido que el titular del Ejecutivo. El resultado fue el mismo, un acto masivo, pero el ajuste le ganó simpatías y buenos comentarios por su solidaridad. Eso es saber hacer política.
Corrientes
El informe de Gobierno del pasado sábado tuvo otros logros, más allá de los anunciados por el gobernador ante sus invitados. Uno de ellos fue reunir a los dos personajes que mantienen al Partido Acción Nacional en disputa: Ernesto Cordero y Ricardo Anaya. El primero es amigo personal del mandatario estatal y lo apoyó incondicionalmente desde la Secretaría de Hacienda, cuando fue alcalde de Querétaro. El segundo es uno de los paisanos más connotados y quien tiene las riendas de las candidaturas para el próximo año. Insistimos, el gobernador supo hace política.
Respuesta
De hecho, prácticamente hubo solo una voz crítica al informe y fue, ni más ni menos, que la del obispo de la Diócesis de Querétaro, quien ayer aprovechó para insistir que la inseguridad y la pobreza son todavía los grandes retos de la entidad, por lo que no dudó en pedirle al Ejecutivo estatal implementar medidas preventivas para no llegar a los extremos que se viven en estados vecinos. El obispo explicó que se dará a la tarea de revisar el informe a profundidad. Eso sí, dejó en claro que la relación con el Gobierno estatal es de colaboración. Es decir, pura crítica constructiva.
Pendiente
El gran ausente del informe de Gobierno fue el tantas veces mencionado Qrobús. La administración estatal mantuvo hasta el último minuto la promesa de poner en operación el 30 de septiembre este sistema de transporte público, pero un día antes salieron con que siempre no, que sería hasta noviembre. Los retrasos son comprensibles, pues contratar al personal calificado y traer autobuses del otro lado del mundo implican retos, pero informar oportunamente es una señal clara de transparencia, lo que no ocurrió en este caso. Tanta política bien hecha y al final tropiezan con lo simple.