Liz Durán
@LizDuruiz
Arquitecta con 25 años de experiencia dentro del sector privado, y en diseño de interiores y muebles. Ciudadana interesada en restauración de sitios y monumentos históricos. Miembro del Consejo Temático Municipal de Urbanismo y Movilidad.
Si bien en nuestra carta magna y la declaración internacional de los derechos de los niños se debe brindar educación, la vida, y la no discriminación, en muchas ciudades y el campo es complicado realizar acciones con este fin. Es cierto que, en Querétaro, hay niños que abandonan sus estudios, sea porque tienen que trabajar o simplemente porque la escuela queda hasta el otro polo de la ciudad u otro poblado, lo que veces implica el gasto de cuatro transportes –si él niño va solo– y sin saber si llegará a tiempo y de manera segura. No digamos de niños con discapacidades, asunto aún más delicado.
Estrategias en Colombia y Reino Unido brindan transporte público gratuito, uno inicialmente fue por disminuir el peligro de los niños en sus traslados en medio de la violencia, y otro por disminuir los vehículos en las calles. Ciudad Querétaro, igualmente derivado de su Plan Estratégico de Movilidad 2026 (PEM), incluye nueve metas. Una de ellas es el programa de movilidad escolar de dos ejes: uno sobre concientizar a las escuelas y padres en una movilidad sustentable mediante programas y charlas, y el otro en brindar un transporte escolar gratuito a primarias y secundarias, sean públicas o privadas. Este programa basado en datos y cifras de comportamientos y traslados, con respaldo de la firma Steer Davis Gleave.
El resultado de uno de los ejes ya lo vemos en las calles dando servicio, con sus objetivos de evitar la deserción escolar, bajar el número de autos y ayudar a la economía de las familias, teniendo como base la logística y seguridad en el programa desde la planeación de rutas y la manera en que suben a la unidad los estudiantes. Comenzaron con dos rutas, y hoy se han incluido siete. El objetivo es disminuir en 25 por ciento los traslados de autos, e integrar más niños en este año. Sin duda, un programa que merece perdurar no importando gobiernos ni partidos; como escuela y padres, comencemos a formar parte activa, adoptándolo, adaptándolo y expandiéndolo en un futuro, por todo el estado.
