Raúl D. Lorea Salinas
@ArqLorea
Arquitecto con 13 años de experiencia. Miembro del Consejo Temático Municipal de Urbanismo y Movilidad de Querétaro. Ha participado en la administración pública y privada en el área de obras. Es docente de la UNIVA.
Recientemente tuve la oportunidad de platicar con un chihuahuense que apenas tiene seis meses de vivir en Querétaro. Él aún no termina de conocer las bondades de nuestro estado y se está adaptando al cambio.
A su visión de recién llegado, Querétaro tiene muy pocos parques (él cuenta dos, pero ya le aclaré que hay un poco más). Me deja la reflexión sobre la evolución del concepto parque y el concepto plaza. Mientras que el primero se ha dividido en deportivo o recreativo (hablando de Querétaro), el segundo se ha transformado en un espacio para gastar dinero.
Metafóricamente la plaza pública, como las que vemos en el primer cuadro del centro histórico, ha evolucionado a la plaza comercial. Querétaro tiene un sinfín de plazas emblemáticas, las más modernas, muy al estilo del ‘mall’ estadounidense concentran tiendas ancla, negocios de marca y poco lugar dejan a la convivencia familiar. Ya no existen los espacios amplios donde los niños se echaban a correr con la seguridad de que nada los detendría. Pocas plazas tienen juegos infantiles y algunas carecen de espacios para simplemente sentarse a observar, a descansar o a comerse un helado.
En resumen, y con palabras propias de mi amigo chihuahuense: los queretanos se divierten los fines de semana gastando dinero. Es necesario reconsiderar y planear nuevos espacios que no solo estén dedicados al comercio. El consumismo nos ha hecho creer que quien más gasta tiene cierto estatus ¿Dónde queda la calidad del tiempo compartido con la familia?
Se debe promover la creación espacios públicos dedicados no al lucro, sino a la convivencia familiar, como núcleo de la sociedad. La convivencia familiar genera comunidad, lo que se ha ido perdiendo por nuestros acelerados ritmos de vida y nuestras ganas de gastar en un mejor auto, mejor ropa, mejores restaurantes, mejores accesorios… Le invito, amable lector, a reflexionar sobre nuestras prioridades como sociedad.
Mi reconocimiento a todo México por la reacción ante los lamentables siniestros de este mes, no dejemos de apoyar a nuestros nuevos héroes nacionales y a los afectados (humanos y no humanos).