Carlos Alberto Contró
@cacontro
Experto en planear, crear y desarrollar empresas en los sectores comercial, educación y telecomunicaciones, en áreas de telefonía celular, consultoría en internet y ‘ marketing digital’. Director coordinador general del AM Querétaro.
Eran casi las cuatro de la mañana. Estábamos esperando que entrara el fax con las adecuaciones, producto de negociaciones que se habían cerrado en las oficinas de nuestra representación en Europa la mañana de aquel día de agosto de 1988, para poder modificar nuestros modelos financieros y presentar a nuestros clientes las estrategias de inversión con las proyecciones actualizadas que requeríamos recibir. Casi 45 minutos después, al mediodía de Inglaterra, empezó a imprimirse el rollo de papel térmico. Casi 25 hojas se transmitieron. Ahora, a interpretarlas y a capturarlas en nuestras computadoras para poder hacer las proyecciones, imprimirlas, ir a las oficinas de nuestros clientes, recoger sus aportaciones, y regresar a tiempo para poder enviar antes de que cerraran las oficinas de Londres.
“¿Por qué no subían los archivos al Drive y ahí hacían todos sus aportaciones, sin tener que estar esperando hasta ocho horas para ir dando los siguientes pasos?”. Eso fue lo que me preguntó uno de mis hijos cuando le conté cómo armábamos una operación con alguien que se encontraba lejos de nuestras oficinas. Lo que sí les puedo asegurar es que estábamos usando las formas más eficientes de colaboración interactiva en un proyecto que en esos momentos existían, hace 19 años.
Hoy, esa interacción se hace en línea. Evidentemente, existen herramientas como Google Drive, Dropbox y procesos específicos que pueden correr en “la nube”, que permiten a dos o más personas estar trabajando sobre un mismo proyecto o archivo en forma simultánea, reflejar sus aportaciones y hacer que los resultados varíen conforme van perfeccionando los datos. Esos son los modelos de colaboración y coordinación que hoy buscan las empresas y organizaciones que están en proceso de transformación digital, con el uso de técnicas y herramientas que permitan la institucionalización, para llevar sus procesos al mundo de las mentes digitales.
Mi pésame y solidaridad con mi cuñado, Eduardo Aiza, por el sensible fallecimiento de Angela, su hermana. Que Dios la tenga en su Gloria.