Fernando Cásarez
Periodista, apasionado del deporte, con experiencia en España y Austria, así como tres finales de Champions, dos veces ganador del concurso ‘Fan of the Year’, de la UEFA, y coberturas de basquetbol, golf y ciclismo.
Ya son algunos años que el boxeo ha recuperado la popularidad de antaño, los grandes nombres regresaron a la televisión abierta y las cifras millonarias para todos los involucrados continúan, los boxeadores obtienen ganancias que incluso grandes deportistas apenas lograrían en toda su carrera, los pagos por evento son negocios redondos y esto nos había llevado a un problema.
El marketing se había apoderado del boxeo, casi cada año hay una pelea del siglo, como claramente fue aquella entre Mayweather y Pacquiao en el 2015, que fue a ratos más una guerra de abrazos. Posteriormente los lamentables espectáculos vistos este año habían restado credibilidad al boxeo, el intento de pelea de Julio César Chávez Jr. ante Saúl Álvarez que solo sirvió para presentar el combate entre Canelo y GGG.
Después el show que se dio entre Floyd Mayweather y Conor McGregor resultó no tan malo, igual para recordar solo quedan los millones que se llevaron, uno por el cierre de su carrera, el otro en su debut, en un combate que tuvo todo, menos boxeo de calidad.
Ahora vimos a Saúl Álvarez y a Gennady Golovkin, y el boxeo fue el ganador y se reivindicó con una gran pelea entre el mexicano y el kazajo en una fecha muy representativa para nuestro país, un combate parejo, donde Canelo se defendió bien, y cerró de buena manera. Golovkin a ratos se vio mejor, aunque falló bastante con su derecha, siendo el mexicano quien tuvo más golpes contundentes, y a GGG le faltó conectar su gancho al hígado.
La polémica llegó con la decisión, empate, para muchos justa, algo con lo que concuerdo, ya que con su propio estilo cada uno hizo su papel y ninguno merecía perder. Hay que considerar que debido a la primera jueza y su tarjeta de 118-110, probablemente no nos vamos con el mejor sabor de boca.
La polémica puede seguir ya que solo el 4% del dinero en las apuestas iba por el empate, como sea, el desempate llegará, el boxeo volverá a ver a dos grandes y veremos nuevamente una pelea de verdad y no los shows de los últimos meses, por eso a pesar de los jueces, el boxeo se reivindicó este Día de la Independencia.