Luis Fernando Valdés
Francisco, en su visita Colombia, debía abordar un gran dilema: para que venga la paz, ¿hay que dejar sin castigo los crímenes de guerra de las FARC y aceptar la injusticia hacia las víctimas?
1. Un país divido por la guerra… y por la paz. Después de cuatro años de negociaciones entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se alcanzó un acuerdo definitivo de paz, en noviembre del año pasado. Fue complicado, porque el primer acuerdo fue rechazado por un plebiscito. Luego de una modificación al acuerdo, se obtuvo el pacto definitivo.
Aún hoy, Colombia sigue dividida, porque más de la mitad de los votantes no aceptaba la concesión de amnistías por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Y a esto debía responder el papa: ¿aceptar una paz a costa de las víctimas?
2. El perdón, vía para construir la paz. En la homilía que Francisco pronunció en Villavicencio, el pasado viernes 8, alentó a la reconciliación de los colombianos. Explicó que se deben evitar dos polos: por una parte, la tentación de la venganza y de hacer justicia por la propia mano; y por otro, el utilizar la reconciliación para solapar situaciones de injusticia.
La vía que propone el pontífice empieza por escuchar a todos los que han sufrido durante estos años: “reconciliarse es abrir una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto”, dijo el Papa, que pediría después “no desconocer o disimular las diferencias y los conflictos”.
El pontífice propuso el perdón como gran artífice de la paz, pues afirmó que “cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz”.
Epílogo. La reconciliación nunca será un proceso sencillo, ya que pedir perdón y perdonar realmente exceden las fuerzas humanas. Por eso, la reconciliación invita a buscar tanto un motivo sobrenatural –el ejemplo de Jesús–, como una fortaleza sobrehumana: la gracia de dios. Por eso se entiende la intervención de la iglesia en este proceso de paz, y también por eso ha sido tan importante el encuentro del vicario de Cristo con los colombianos.