Raúl D. Lorea Salinas
@ArqLorea
Arquitecto con 13 años de experiencia. Miembro del Consejo Temático Municipal de Urbanismo y Movilidad de Querétaro. Ha participado en la administración pública y privada en el área de obras. Es docente de la UNIVA.
La ciudad ha sufrido fuertes cambios en su imagen urbana. Con desconcierto vemos cómo es que aparecen pantallas y anuncios espectaculares, ambos bajo licencia de la administraciones municipales. Aclaro que no es tema político ni de partidos, pues la proliferación de esta maleza urbana se disparó desde la segunda mitad de la administración municipal anterior y ha estado presente en las anteriores, instalándose por la noche en lugares que alteran negativamente nuestra imagen urbana. Le pregunto a usted, amable lector, ¿ha consumido algo tras haberlo visto en un anuncio espectacular?
Recientemente se autorizó la instalación de 21 pantallas cuyo beneficio oficial será la información del tránsito vial, que cada día se vuelve más difícil de sobrellevar, al grado de tener la sensación de no avanzar (urge solución metropolitana de movilidad). Los espectaculares tradicionales son más fáciles de ignorar mientras vamos al volante; sin embargo, las enormes pantallas son un problema, pues su luminosidad supera por mucho lo tolerable al alba y al atardecer, volviendo especialmente incómodo el tránsito a esas horas y se vuelven un distractor para los conductores.
Resulta simple evadir publicidad en televisión y radio cambiando de estación o de canal, pero ¿cómo cambiamos de vialidad? Las opciones son limitadas y, al circular tan lentamente por las congestionadas vialidades, somos vulnerables al bombardeo publicitario. Dadas las fechas y los plazos electorales, resulta inevitable pensar que serán una herramienta para saturar nuestras mentes con los candidatos a través de esos florecientes medios publicitarios. Sin embargo, corren el riesgo de verse sobreexpuestos y podrían generar alguna aceptación desfavorable por parte de la ciudadanía.
El tache urbano de la semana es para los MOPI (pantallitas) que se han instalado por la ciudad de Querétaro, invadiendo nuestro espacio público y contaminando la imagen urbana de peatones y algunos conductores que no pueden evitar resistirse a la seductora y colorida animación digital que muestran en su vacío de publicidad. ¿Son legales? ¿Tienen vistos buenos? ¿Son competencia de los parabuses? No eran necesarios y no los extrañaré si los retiran.
