Uno de los elementos más ocupados en la actualidad son las fotografías, cualquiera de nosotros por medio de un celular o de una cámara puede obtener una o miles de fotografías. Los celulares dan la oportunidad a las personas, es decir a cualquiera de nosotros, de obtener una imagen en el momento que se quiera con el simple hecho de presionar un botón.
La historia de la fotografía se transforma conforme avanza la tecnología; así las cosas, las primeras imágenes del siglo XIX se consiguieron mediante grandes instrumentos fotográficos que no eran fáciles de transportar y requerían de un cuidado exhaustivo, ya que utilizaban materiales muy frágiles.
Creo que el día de hoy es imposible realizar una fotografía como las que se tomaron en esa época. Hasta nuestros días han llegado una serie de imágenes que ilustran como era la sociedad de otros tiempos, cómo vivían las personas en un siglo completamente diferente. La fotografía, entonces, se convierte en un mecanismo de conservación de la historia y, lo sigue siendo, aunque desafortunadamente ya no se tiene el mismo cuidado que antes.
Hoy en día sacamos una fotografía, la tenemos en el celular y ahí se queda por un tiempo. Si se pierde el celular, o se borra su contenido, lamentablemente se pierde parte de la historia de las personas que captaron las imágenes.
En días pasados, la doctora Guadalupe Zárate Miguel presentó en nuestra ciudad la interesante obra “Pioneros de la fotografía en Querétaro”, publicada por el fondo editorial del estado.
Lo que más me llamó la atención del libro es que la imagen de la portada es una magnífica fotografía de 1864 sobre la calle principal de San Juan del Río, cuyo título es “calle principale”. La fotografía fue tomada durante el viaje del Emperador Maximiliano, entre el 4 de agosto y el 30 de octubre de 1864 por el interior de la República Mexicana.
La imagen es muy ilustrativa. En ella vemos la actual Avenida Juárez, nombrada anteriormente Calle Real, en una de sus partes más anchas, viendo hacia el poniente de la ciudad. De fondo se ve el Cerro de la Venta, y en el contexto de la misma se ve: del lado derecho, el antiguo Convento de la Preciosa Sangre de Cristo de la orden de los Dominicos (hoy Presidencia Municipal y Templo de Santo Domingo). En la foto se aprecian elementos que hoy ya no existen, como el muro atrial y los remates que constituían un elemento arquitectónico de la época virreinal.
Llama la atención el hermoso Cristo de la portada del templo, que al día de hoy permanece y es un símbolo hermoso de la bella fachada de cantera morena sanjuanense.
Del lado izquierdo de la imagen, se ve una serie de casas inexistentes en la actualidad y, al fondo, el bello “Portal de la Empacadora”. Desafortunadamente se encuentra en malas condiciones. Esperamos que próximamente se recupere este icónico edificio virreinal.
Esta fotografía ha pasado los siglos y se conserva, como seguramente gran cantidad de imágenes que guardamos en nuestras casas. Sería ideal preservar, en álbumes de papel, las fotografías que tenemos impresas e imprimir las fotografías que obtenemos mediante el celular u otro tipo de cámaras digitales, y describir, de manera cuidadosa, lo que contiene cada imagen y los personajes que aparecen en ella.
Conservemos nuestras imágenes. Son parte de la historia, y nos dan una idea de lo que ha pasado. Es una manera de salvaguardar los eventos y hechos en los que hemos participado. Tenemos una tarea por delante.
Lic. Francisco Pájaro Anaya.
