Lector/lectora: Si te pidiera pensar en algunas de las lecciones más importantes aprendidas de tus experiencias de vida, ¿cuáles identificarías? La revista Psychology Today recientemente planteó esta misma pregunta a un grupo de expertos en ciencias de la conducta. Te comparto aquí algunas de sus respuestas.
CUANDO LA VIDA TE EXTIENDA UNA INVITACIÓN, ACÉPTALA. Joachim Krueger, un profesor de psicología, parte de la premisa de que la vida siempre ponenuevas oportunidades frente a nuestras narices. Desafortunadamente, pocas veces les sacamos el debido provecho por el temor a salirnos de la rutina
establecida.
Piensa por ejemplo que vas caminando por lascalles de nuestro centro histórico: Madero, Juárez, 16 de septiembre… Supongamos que por distracción das la vuelta equivocada y te encuentras de pronto en un callejón desconocido. En vez de retomar tus pasos, ¿qué tal si le dedicas unos minutos a explorarlo? Tal vez descubras una nueva tienda de productos orgánicos o alguna cafetería de la que no habías oído hablar y que le podrías recomendar a otros.
Algo parecido le pasó a mi querida madre, quien hace unos días me obsequió una deliciosa tableta de chocolate oaxaqueñocondimentado con cardamomo. Le pregunté dónde había encontrado tal manjar. “Pues salí de un trámite en la antigua presidencia municipal – me contestó – y a media cuadra vi una tienda a la que entré por curiosidad…allí es donde lo vi”. De no ser por su espontáneaacción, yo no tendría la novedosa golosina en mis manos.
SI NO TE TOPAS CON ALGÚN REVÉS, ES QUE ALGO ESTÁS HACIENDO MAL. Todd Kashdan, autor de libros de psicología positiva, refiere que cuando decidió que era hora de hacer su doctorado, solicitó admisión en 17 universidades, de las cuales lo rechazaron 16. Tan serio contratiempo no lo desanimó y al año siguiente fue admitido en una que, por cierto, le otorgó una beca de 30 mil dólares. “Resulta más fácil recuperarse de un fracaso – expresa el terapeuta – cuando te dedicas a hacer cosas que son profundamente significativas para ti”.
Kashdan es de la filosofía de que, si algo no sale mal, entonces no lo estás haciendo bien, pues los más valiosos aprendizajes de vida surgen de las contrariedades. Así pues, plantéate retos que posiblemente te lleven a callejonesinsospechados, como el antes mencionado: sin duda te conducirán a un lugar diferente.
ESPERA LO INESPERADO: LA VIDA ES IMPREDECIBLE. Toni Bernhard, quien ha recibido varios premios literarios por sus libros sobre espiritualidad, nos exhorta a no perder la paz interior si algún suceso inesperado resulta no ser de nuestro agrado. Siendo una activa y dinámica profesora de leyes en la Universidad de California, su salud sufrió un serio quebranto y se vio forzada a renunciar a aquello que más le apasionaba: su labor de enseñanza.
“Tuve que quedarme en cama, sin poder salir de casa” – nos explica – y estaba muy enojada”. Con el tiempo cayó en la cuenta de que su resentimiento emocional la hacía empeorar su malestar físico, por lo que decidió cambiar de actitud y ver las cosas desde un lugar diferente. Y agrega: “En vez de usar mi energía mental para pelearme con mi nueva condición, aprendí a hablar con amor conmigo misma, como lo haría con alguno de mis seres amados que estuviese atravesando por similares circunstancias”.
El cambio de frecuencia mental la llevó a emprender cosas que no habría pensado antes y empezó a estudiar música clásica y a cultivar árboles bonsai. También se hizo al hábito de escribir sobre su dolor y a la fecha lleva escritos tres libros para inspirar a sus lectores.
LAS PREOCUPACIONES ENVENENAN EL ALMA. El doctor Karl Pillemer, un reconocido gerontólogo, en las repetidas conversaciones que sostiene con sus longevos pacientes acostumbra preguntarles “¿Qué consejo les daría a los jóvenes para que vivan sin remordimientos cuando lleguen, como usted, a la edad avanzada?” La respuesta que invariablemente obtiene es: “Que dejen de preocuparse”.
Le hacen ver que, si tuvieran que empezar de nuevo, dejarían de angustiarse por aquello que el futuro les depare: “Las preocupaciones son un enorme desperdicio de tu tiempo, ¡evítalas!”. Su lógica es bastante simple: No vale la pena desgastarse por aquello que no puedes cambiar. No hagas de lado tus planes y dedícate a seguir viviendo.
La próxima semana te haré llegar otras historias,contadas por aquellos que están convencidos de que los retos que nos pone la vida por delante, son un acicate para imprimir de un mayorsentido a nuestro paso por la dimensión terrena.
(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa