El día de hoy, a muy temprana hora, salieron del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe (La Congregación) de la ciudad de Santiago de Querétaro miles de peregrinos que caminarán durante ocho días a fin de llegar a los pies de la Virgen de Guadalupe en su Basílica de la Ciudad de México y contemplarla apenas por unos instantes, pero a la vez le manifestarán todos los sentimientos que llevan consigo. Hace una semana, grupos de varios cientos de peregrinos salieron de la región más lejana de la Sierra Gorda para unirse hoy y mañana en San Juan del Río y caminar hacia el Tepeyac.
Esta muestra de fe, muy propia de los queretanos en estos días del mes de julio, hace patente una característica del ser humano: el creer en algo. Ahora que estamos inmersos en lo más avanzado de la comunicación y de las ciencias, ahora que casi todo lo queremos comprobar o que sea comprobable, nos encontramos con experiencias de fe que reúnen a miles de personas, ya que, según cálculos de las autoridades de la Ciudad de México, el próximo domingo 24 de julio estarán en la Basílica de Guadalupe más de cien mil queretanos, tanto los que van caminando, los que llegan en bicicleta y los que llegan a través de vehículos a esperar a sus familiares.
¿Pero que hace que la gente camine en la intemperie, sufriendo calores y lluvia, en condiciones a veces completamente diferentes a lo que vivimos en la ciudad? Esa pregunta me ha le realizado varias veces al ver llegar a San Juan del Río a los peregrinos y peregrinas; y si usted, amable lector, hoy sale a circular por la autopista 57, verá a la gran columna que se forma y que uno pensaría que no iría nunca caminando por la autopista.
Sin embargo, la gente acude y año con año aumenta la cantidad de personas que acuden a esta cita con la fe, con la devoción de un pueblo, con el amor hacia la Virgen de Guadalupe; que acuden por una o dos semanas a encontrarse consigo mismo, a comprender lo que hace uno en la vida ya que nuestras vidas son un constante peregrinar.
Lo más increíble, por decirlo, es que no solo van devotos o personas, como dicen ahora, ignorantes o sin cultura; al contrario, yo soy testigo y lo he sido por muchos años de cómo muchas personas de cultura, de ciencia, de universidad caminan con la gran devoción del más humilde peregrino y eso es lo que la fe hace: unir a todos en una misma creencia y en un mismo sentimiento.
Hoy las dos grandes columnas de mujeres, jóvenes y adultas, niñas y abuelitas, que proceden de la Sierra Queretana y de la capital del estado, llegarán a San Juan del Río y mañana muy temprano saldrán a caminar para continuar su jornada; pero a la vez los varones arribarán a esta hermosa ciudad de San Juan del Río.
Es de los días que nuestra ciudad se ve invadida de familias y de visitantes que hacen un bullicio por nuestras calles como ha sucedido por más de cien años. El bello canto del ‘Pues concebida’, canto cien por ciento queretano se dejara escuchar y será el himno propio con el cual Querétaro realizará su entrada triunfante hasta el altar de la Virgen Morena.
Son cientos de historias las que se tienen a lo largo de los más de 100 años de vida de esta devoción queretana, desde las historias de agradecimiento por un favor obtenido, las historias de petición de alguna situación de peligro o de enfermedad, o simplemente la herencia de los padres a los hijos de una devoción que se arraiga en lo más profundo de la fe del queretano. Hasta hace algunos años, por ejemplo, muchas de nuestras ciudades o pueblos permanecían solos en esta semana, ya que la mayoría de los habitantes salía de peregrinos. No dudo que todavía pase, sobre todo en los lugares más pequeños del estado. Alguna ocasión fui testigo de como en Cadereyta todos los funcionarios de una administración tuvieron que regresar un miércoles de la semana de la peregrinación al informe del alcalde de ese lugar; la razón; todos habían salido de vacaciones para irse a la ‘Pere’, como la conocen, y tuvieron que regresar para estar presentes en el acto constitucional del Informe de Gobierno. Así son las cosas en algunos lugares todavía.
De hoy en ocho, miles de queretanos estaremos a los pies de la Virgen de Guadalupe, seamos creyentes o no, pero habremos cumplido un año más con una de las tradiciones más importantes del pueblo queretano. Buen viaje a todas las hermanas peregrinas y a los hermanos peregrinos que van rumbo hacia el Tepeyac.
