El día de hoy, la ciudad de San Juan del Río está celebrando 169 años de que se le dio el título de ciudad, un título que honra mucho a los sanjuanenses porque en su momento fue un elemento que vino a consolidar la antigua villa y antes el pequeño pueblo que había sido fundado, según la tradición, en el año de 1531; es decir, ya casi estamos a punto de cumplir los primeros 500 años de existencia.
Hablar de la ciudad de San Juan del Río es hablar de una ciudad de historia, de cultura, de tradición, de progreso, de presente y de futuro; es hablar de un espacio donde los sanjuanenses nos hemos desarrollado, donde nuestros padres y nuestros hijos han sido y serán los responsables de su crecimiento y de su cuidado. Hablar de la ciudad de San Juan del Río es hablar también de identidad, misma que se manifiesta en las casas, en las calles, en las plazas, en los edificios, en las tradiciones, en la cultura, y hasta en la comida.
La ciudad de San Juan del Río es, desde hace mucho tiempo, la segunda ciudad en importancia en el Estado de Querétaro, pero es la primera ciudad que da la bienvenida a los visitantes que vienen de la capital de la república y por ende la primera ciudad del Bajío.
San Juan del Río, como bien lo dijera el licenciado Felipe Muñoz, cuando se celebraban los 450 años de la fundación de este lugar, es un puente de la historia; y es un puente de la historia, porque por esta ciudad han pasado muchos de los protagonistas de la vida de nuestro México.
El nombramiento de ciudad se da en los años difíciles de la Patria, en vísperas de la intervención norteamericana y de perder más de la mitad del territorio nacional. Es un nombramiento que, si bien vino a consolidar la entonces Villa de San Juan del Río, no fue disfrutado como se debiera por las situaciones en las que nos encontrábamos. En la fecha en que se dio el nombramiento, era presidente de la república, el General Pedro María Anaya, quien había tomado posesión tras la renuncia del General Santa Anna, quien volvería nuevamente al poder en ese mismo año. El General Pedro María Anaya gobernó de 2 de abril de 1847 al 20 de mayo de 1847.
En el Estado de Querétaro, gobernaba Francisco Berdusco y el Prefecto del distrito de San Juan del Juan del Río era Manuel Alvear.
En un clima de aparente paz en el estado de Querétaro y de estabilidad en la región, se da el decreto correspondiente de la declaratoria como ciudad de San Juan del Río, mismo que, por la importancia correspondiente, transcribo íntegro en este espacio:
Manuel Alvear, Prefecto del Distrito a sus habitantes, sabed que por el Gobierno del Estado se me ha dirigido el superior decreto que sigue:
“El gobernador del Estado de Querétaro a todos sus habitantes sabed: que el Congreso del mismo Estado ha decretado lo siguiente:
Número 54. El Congreso del Estado de Querétaro ha tenido a bien decretar lo siguiente. Se concede el título de Ciudad a la Villa de San Juan del Río. Se tendrá entendido el Gobernador del Estado y dispondrá su cumplimiento y que se publique y circule.
Pablo Gudiño y Gómez. Francisco E. Sámano. Francisco Diez Marina D.S. Gobernador del Estado.
Por lo tanto mando se publique, circule y se le dé el debido cumplimiento.
Querétaro, abril 3 de 1847. Francisco Berdusco. Daniel Alfaro Oficial Mayor. Señor Prefecto de Distrito”.
Por tanto, mando se publique, circule y se le dé el debido cumplimiento. San Juan del Río, abril 4 de 1847.
Este es el pequeño texto de la declaratoria como ciudad de San Juan del Río, mismo que se conserva en el Archivo Histórico de la Ciudad y que en su momento lo conocí gracias a la labor de investigación y de cuidado de la señorita Beatriz Cuellar Quiroz, quien por muchos años fue responsable del Archivo Histórico.
Hoy el homenaje es a la ciudad, hoy nuestro recuerdo es para San Juan del Río, para sus mujeres y hombres; sus abuelos, jóvenes y niños; es para cada uno de los que con su esfuerzo han hecho de la ciudad un espacio digno para vivir. Recordamos las casas, los edificios, los comercios, las personas, las tradiciones, la cultura que tiene esta ciudad, pero también es el momento de comprometernos a seguir construyendo una mejor ciudad. Una ciudad donde todos seamos sanjuanenses y donde San Juan del Río seamos todos. A 169 años de la declaratoria de San Juan del Río como ciudad, es la hora de trabajar para que cumplamos muchos años más y que San Juan del Río, ahora Patrimonio de la Humanidad, sea la ciudad que todos deseamos.
Por siempre, San Juan del Río.
