El pasado martes 8 de marzo de 2016 y teniendo como marco la bella Santa Iglesia Catedral de la Diócesis de Querétaro dedicada al apóstol Santiago, se realizó la ceremonia de apertura de la causa de beatificación y canonización de la ahora Sierva de Dios la Madre Eugenia González Lafon, primera causa que se inicia en la Diócesis de Querétaro después de más 150 años de su erección, no queriendo decir con esto que no hay santidad en esta diócesis, sino que todo llega a su tiempo y ahora ha sido tiempo de esta gran mujer que fundó en su momento una congregación religiosa llamada “Instituto de Hermanas Catequistas de María Santísima de la Orden de San Benito”, congregación que se ha extendido en gran parte de la República Mexicana y en algunos lugares del extranjero.
Hablar de una causa de beatificación y de canonización, es hablar del reconocimiento que después de un proceso eclesiástico muy meticuloso y sumamente dedicado, se reconoce las virtudes que en vida tuvo la persona que se postula para ser primero beato y posteriormente santo. Es un proceso complejo en donde intervienen desde un tribunal que se instituye para el proceso, así como testigos y todas las pruebas que hagan que se compruebe la santidad de alguien y que después de la aprobación de la Santa Sede se le coloque como ejemplo de vida para los católicos.
En el caso de la Diócesis de Querétaro, reviste una gran importancia histórica, toda vez que por primera ocasión se instala un tribunal para conocer de una situación de este tipo. Las causas de beatificación y canonización son complicadas muchas veces, se tiene que tener muchísimos elementos para concluir afirmativamente, que en el caso de la Madre Eugenia se tienen muchos elementos que harán posible que sea elevada al honor de los altares. Vale la pena mencionar que algunos casos recientes de beatificación y canonización han sido llevados más rápido que en algunos otros tiempos, por ejemplo con el Papa San Juan Pablo II, quien murió en el 2005 y actualmente ya es santo; o el caso de la Madre Teresa de Calcuta que se anuncia para el presente año su canonización. Sin embargo otros casos han durado incluso siglos, como fue el caso del ahora beato Juan de Palafox, quien hasta hace algunos años fue elevado al honor de los altares después de más de dos siglos de haberse iniciado su causa.
La Madre Eugenia González Lafon, nace el miércoles 9 de febrero de 1876, en la ciudad de Chihuahua, siendo la primogénita de nueve hijos del matrimonio de Mariano González Treviño y de María Lafon Manautou. Fue bautizada el 8 de marzo del mismo año de su nacimiento. La familia de la Madre Eugenia estuvo en relación muy estrecha con la familia del Don Francisco Ignacio Madero, héroe de la Revolución Mexicana.
La Madre Eugenia tuvo una niñez como la de todo niño, pero distinguiéndose por su dedicación educación, rectitud y sinceridad. En su juventud fue acrecentando especialmente las virtudes de fidelidad y sinceridad. Aplicó lo que Santa Teresa decía: “morir antes que decir una mentira”. Cursó sus estudios en el Colegio del Verbo Encarnado en Monterrey, Nuevo León. La Madre Eugenia tuvo que luchar contra la idea de hacerse religiosa, por un tiempo, pero cuando tomó la decisión de entregar su vida a Dios, tuvo una serie de dudas que la obligaron a ir con las Religiosas de María Reparadora.
En el año de 1907 se embarcó a Roma, donde comenzó el noviciado. Envuelta por un inmenso fervor, hizo voto privado de castidad perpetua el 15 de octubre de 1908, siendo todavía novicia. Por el clima de la ciudad eterna no le favoreció en su salud y fue enviada al noviciado de San Gervasio, cerca de la ciudad de Barcelona, España. Durante su regreso a su Patria, México, sintió el llamado para fundar una orden religiosa y estando dado el catecismo en la Hacienda de su tío Lorenzo, decide fundar una congregación de catequistas.
Después de esta inspiración acude con el Padre Laureano Reynoso quien la envía con el entonces obispo de su diócesis, el queretano Monseñor Leopoldo Ruiz y Flores quien tenía la misma idea de fundar una congregación de catequistas. Él mismo Obispo Ruiz y Flores apoyó a la Madre Eugenia con los trámites para la fundación de la orden y la recomendó con el Obispo de Querétaro, Monseñor Francisco Banegas Galván, para que en Querétaro se realizara la fundación de su orden. Y así fue en la ciudad de Santiago de Querétaro nace el Instituto de Hermanas Catequistas de María Santísima O.S.M., misma que tiene como misión la enseñanza de la doctrina cristiana, la evangelización y la catequesis en todas sus expresiones.
El 15 de agosto de 1948, el Obispo Monseñor Marciano Tinajero y Estrada, dio el decreto de votos perpetuos, haciendo con esto la consolidación de la congregación fundada en esta diócesis. La Madre Eugenia, muere el día 22 de octubre de 1962, con una vida llena de virtudes y entrega al servicio de Dios, dejando así mismo, como ejemplo de vida, su humildad, su amor, su fe, su perseverancia y su amor a la iglesia; y ahora ha comenzado un camino que probablemente la convierta en la primera beata y santa de la Diócesis de Querétaro.