El pasado viernes, tuve la oportunidad de asistir a la segunda charla que se da por parte de la Dirección de Cultura y Turismo del Municipio de San Juan del Río, en relación a los monumentos históricos de la ciudad. Es un programa novedoso, atractivo y que con un poco más de elementos puede constituir un elemento importante para dar a conocer los principales lugares de nuestra virreinal ciudad. Algunos que hemos tenido la oportunidad de viajar, recordamos con gran entusiasmo las explicaciones que algunos guías de turistas nos dan cuando visitamos ciertos lugares; aunque en la actualidad cada vez son más comunes los equipos electrónicos con la información más clara de los sitios a visitar y con una traducción a varios idiomas. Pero nunca se comparará a la sensación que se produce cuando una persona es la que nos da la explicación.
Por experiencia personal, cuando he llevado a mis alumnos de la materia de historia de Querétaro, siempre salen dudas, inquietudes e incluso comentarios en relación al lugar donde se visita. Ahora el municipio de San Juan del Río ha comenzado a realizar este tipo de visitas.
La primera se realizó en parte de lo que eran las antiguas casas reales, en pleno centro de la ciudad y que por mucho tiempo constituyeron las oficinas de la dirección de cultura, el archivo histórico de la ciudad, un pequeño museo de sitio y la biblioteca pública municipal, siendo esta última la que permanece en este edificio, que según las actuales autoridades, va hacer destinado para instalar la Casa Municipal de la Cultura.
El segundo recorrido, que es lo que motiva la presente colaboración, se realizó dentro de la capilla de la Santa Veracruz, que comúnmente se conoce como ‘el Calvario’, por terminar ahí la procesión del Vía Crucis de cada viernes santo. También se visitó el panteón anexo a esta capilla, mismo que ahora alberga al Museo de la Muerte, mismo que empezó a funcionar en el año de 1997 y que es único en su tipo.
Algo que me ha llamado la atención en estos dos recorridos, es la presencia de jóvenes de diversas instituciones educativas, pero también de personas mayores que al final con algunos comentarios recuerdan el San Juan del Río que ha pasado.
Muy importante es la visita a los lugares históricos de la ciudad, creo es parte de lo que tendríamos que hacer los que habitamos un determinado espacio y a partir de ahí dar a conocer y valorar lo que se tiene.
Es una pena que también estas dos primeras visitas que se realizan, nos demos cuenta de que aun falta mucha información sobre la ciudad, eso por una parte y por otra parte nos damos cuenta de los daños y de la falta de atención que muchos lugares tienen, esto derivado del descuido de los ciudadanos o de la falta de atención de las instituciones del estado por mantener el patrimonio que pertenece a todos.
En este último punto, me sucedió un hecho curioso al terminar la visita al Museo de la Muerte. Al bajar por la calle de 2 de abril, una de las calles más hermosas de San Juan del Río, y digna de conservarse, encontré que un particular había construido un edificio de dos plantas y al lado del mismo se acababa de derrumbar una casa, que por su estructura era de finales del siglo XIX o de inicios del siglo XX, ya que todavía se había realizado con materiales como cantera y adobe, materiales propios de la región y que fueron utilizados para construir muchas viviendas. Muchos podrán decir: era un edificio viejo; es mi casa y puedo hacer lo que quiera; es necesario para vivir mejor y tiramos lo viejo; etc., etc. Sin embargo veo con tristeza que parte de patrimonio de los sanjuanenses y de los queretanos se acaba en un momento y nadie dice nada o hace nada por conservar lo poco que nos queda y que fue nombrado en 1986 como Zona de Monumentos Históricos y en el año 2010 como Patrimonio de la Humanidad.
Ojalá las autoridades federales, estatales y municipales, pusieran más atención en lo que sucede en nuestra ciudad y busquen mecanismos en conjunto con la sociedad para conservar el “patrimonio” que pertenece a todos y que es parte de la historia de la ciudad. Es necesario conservar lo que heredaremos a las siguientes generaciones.