Para hablar de los Derechos ARCO tenemos que saber previamente que son los datos personales y éstos consisten en información que se refiera a una persona física que pueda ser identificada a través de los mismos, los cuales se pueden expresar en forma numérica, alfabética, gráfica, fotográfica, acústica o de cualquier otro tipo, como por ejemplo: nombre, apellidos, CURP, estado civil, lugar y fecha de nacimiento, domicilio, número telefónico, correo electrónico, grado de estudios, sueldo, entre otros.
Dentro de los datos personales, hay una categoría que se denomina ‘datos personales sensibles’, que requieren especial protección, ya que refieren a información que puede revelar aspectos íntimos de una persona o dar lugar a discriminación, como el estado de salud, información genética, creencias religiosas, filosóficas y morales, afiliación sindical, opiniones políticas, origen racial o étnico y preferencia sexual, por mencionar algunos.
Al respecto, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares establece las reglas, requisitos, condiciones y obligaciones mínimas que deberán observar los particulares que recaben, almacenen, difundan y utilicen datos personales. Esta ley aplica tanto a los profesionistas o personas físicas que prestan sus servicios de manera independiente, (entre ellos abogados, doctores o contadores) como a las organizaciones y micros, pequeñas, medianas y grandes empresas, como bancos, instituciones educativas, tiendas de autoservicio y departamentales, aseguradoras, asociaciones de profesionistas, clubes deportivos, entre otros. Ahora bien, como se mencionó con antelación, como parte de esta protección de datos personales, existe el derecho a acceder, rectificar, cancelar la información personal en posesión de terceros, así como a oponerse a su uso. A estos se les conoce como derechos ARCO. El derecho de acceso consiste en que los titulares de los datos personales pueden acceder a su información personal que esté en posesión de terceros, a fin de conocer cuál es y el estado en que se encuentra, es decir, si es correcta y actualizada, o para conocer para qué fines se utiliza. La rectificación consiste en que los titulares de los datos personales tienen derecho a rectificar su información personal, cuando ésta resulte ser incompleta o inexacta. En otras palabras, solicitarle a quien utilice sus datos personales que los corrija cuando los mismos resulten ser incorrectos, desactualizados o inexactos; por ejemplo, al abrir una cuenta de ahorros bancaria, el ejecutivo de cuenta registró, por error, un número de domicilio que no corresponde con el suyo, lo cual ha impedido que sus estados de cuenta lleguen a la dirección correcta. Ante esta inexactitud, se tiene el derecho de acudir al banco y solicitar la rectificación respectiva, avalada por un comprobante de su domicilio actual, también podría solicitar por ejemplo a la asociación de condóminos que lo borre de la lista de morosos, si ya se pagó la deuda con el condominio. La cancelación se pedirá a efecto de que se eliminen sus datos personales cuando consideren que no están siendo utilizados o tratados conforme a las obligaciones y deberes que tiene el responsable.
Finalmente, la oposición al uso de su información personal o exigir el cese del mismo, cuando por alguna causa legítima sea necesario parar el uso de los datos personales, a fin de evitar un daño a su persona. Un ejemplo, muy claro de este derecho es manifestar la oposición al tratamiento de datos personales para fines comerciales o publicitarios. Imaginemos que se compra un boleto de avión, y a partir de esa compra la línea aérea envía cualquier tipo de promociones por correo electrónico. A partir del ejercicio del derecho de oposición, se puede solicitar a la línea aérea que no envíe publicidad.
“Vivimos una era en que los datos personales son un activo con el que se negocia y sobre el que se construyen modelos de negocios multimillonarios” Forbes.
Por: Sergio Arellano Rabiela