El título de la presente colaboración puede para muchos resultar extraño, resultar incluso sin sentido y sin ninguna importancia, sobre todo en las actuales circunstancias de nuestra sociedad y del mundo entero, donde las monarquías y las estructuras añejas del poder tienden a desaparecer, y en el caso de las nuevas generaciones, los reyes los encontramos solamente en los libros de cuentos o de historia, sin embargo a lo que me quiero referir ahora es a uno de los íconos más importantes de la identidad queretana. Me refiero a la imagen muy venerada de la Virgen del Pueblito, quien el 17 de octubre de 1946 fue coronada como Reina de los queretanos, en una de las más grandes ceremonias que ha vivido nuestro Estado y en especial la ciudad de Santiago de Querétaro.
Hablar de la Virgen del Pueblito, es hablar de los queretanos. Creo que, hasta hace muy poco tiempo, todos los nacidos y los que habían llegado a vivir a nuestros estado estaban identificados con esta venerable imagen, ahora, con la pérdida de identidad, de valores, de tradiciones y de reconocimiento de nuestra historia, cada día se va perdiendo esta identidad queretana; no al grado de desaparecer, pero si al grado de que sean muy limitados los elementos que han identificado por siglos a esta parte de nuestro México, situación que no debiera de pasar y que, por encima de ideas, de creencias y de avances las tradiciones, los festejos y la historia son lo que da vida a un pueblo.
Hablar de la imagen de Santa María del Pueblito, es remontarnos a la historia de Querétaro. Se dice que el R.P. Fray Nicolás Sánchez de Zamora, quien era Párroco de la ciudad de Santiago de Querétaro, buscaba la conversión de los habitantes del poblado que se llamaba San Francisco Galileo, y que a pesar de que ya habían pasado más de 100 años de haber iniciado la evangelización en estas tierras, los indígenas no se habían convertido. Por tal motivo, le pidió al R.P. Fray Sebastián Gallegos que modelara una imagen de la Santísima Virgen, esto por el año de 1632. Fue así como con caña de maíz, se elaboró la mencionada imagen que fue colocada al pie del Cerrito, que es una pirámide a la que los indígenas llamaban ‘Cue’, y fue puesta en un rústico pedestal de piedras, porque allí tenían los nativos las divinidades que adoraban y a las que les daban culto diariamente pasando por el lugar donde el Párroco colocó la imagen de la Virgen. El resultado fue la conversión de los indígenas del lugar y el inicio de la veneración por todos los habitantes de la imagen de Nuestra Señora que se empezó a conocer como de El Pueblito.
El canónigo Don Vicente Acosta describe esta venerada imagen de la siguiente manera: “es una escultura de madera colorida, como de unos cincuenta centímetros de altura, representando a la Madre de Dios en el misterio de su Concepción Inmaculada. Al lado derecho, tiene al Niño Dios en pie. Sirve de peana a la divina Madre una imagen de San Francisco de Asís hincado y sosteniendo sobre la cabeza, levantadas en alto, tres esferas que representan las tres órdenes fundadas por el Santo. La Sagrada Imagen carece por completo de belleza artística, pero tiene un ‘no sé qué’ que arrebata los corazones e inspira singular veneración.”
Así las cosas, la veneración a la mencionada imagen fue creciendo, en especial en lo que ahora conocemos como El Pueblito (nombre dado por la imagen) y en la ciudad de Santiago de Querétaro. Habitualmente, esta imagen reside en su Santuario que se consagró el 5 de febrero de 1735, y que tiene un convento de frailes franciscanos que data del año de 1775.
Fue declarada patrona principal de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán el 28 de septiembre de 1787; así mismo, la H. Legislatura del Estado la proclamó Patrona del Estado de Querétaro por decreto del 3 de junio de 1830, siendo jurada como tal por el Gobernador Manuel López de Ecala el 8 de agosto del mismo año. Además en 1810 el General Ignacio García Rebollo la declaró generala del Ejército, situación que se volvió a repetir en 1863 por el General Tomás Mejía.
El segundo Obispo de la Diócesis de Querétaro, don Ramón Camacho el 13 de abril de 1875, la declara patrona del Cabildo de la Diócesis, y se iniciaron los procedimientos para declararla patrona de la Diócesis. En 1922, se solicitó por primera ocasión a la Santa Sede, la Coronación Pontificia de la venerada imagen, situación que se obtiene hasta el 7 de octubre de 1943, por disposición del Papa Pío XII, y se realizó el día 17 de octubre de 1946 en lo que fue la huerta del Convento de la Santa Cruz en la ciudad de Santiago de Querétaro, ceremonia efectuada por los Obispos Monseñor Marciano Tinajero de Querétaro y Monseñor Luis María Martínez, Arzobispo Primado de México. El sanjuanense Mons. Salvador Septién compuso, para esa ocasión, el Himno de la Coronación, una bella muestra de poesía y música conjugada en honor de la Virgen del Pueblito. Este aniversario es el que recordamos durante el día de ayer y que es parte de la identidad de un pueblo; es parte de la historia de Querétaro, y es lo que nos enorgullece como queretanos.