Cómo hablar de divorcio con tus hijos

La comunicación y el equilibrio entre la importancia de los roles de ambos papás son esenciales

María Morote

El divorcio supone la disolución de las figuras principales de autoridad y afecto de un niño. Tras la dura decisión, es muy común que el menor sufra un ‘shock’ y tenga dudas acerca de a quién acercarse para resolver sus problemas. Ayudarle a entender esta experiencia es fundamental en una edad en la que no hay suficiente madurez emocional. Rebeca Camargo, psicóloga infantil, nos habla de este proceso.

Síntomas

Lamentablemente, la noticia del divorcio suele darse al niño a través de terceros, comenta la psicóloga. Sin embargo, es fundamental que los papás asuman esta responsabilidad para evitar los siguientes problemas:

• Aislamiento de la familia: Los padres tienen que resolver el divorcio y no prestan tanta atención al pequeño. Situaciones como denuncias o la disputa de la guardia custodia pueden agravar el problema.

• Disminución del nivel académico: Es lo más común, aunque se da el caso contrario, ya que la escuela se convierte en un refugio. Hay que ser muy prudentes, porque es una forma de llamar la atención.

• Bajadas de ánimo: Los niños de cero a tres años pueden manifestar llanto o somatizaciones, enfermándose constantemente. Los niños de tres a siete años pueden demostrar agresividad con sus compañeros.

Cómo dar la noticia

Es esencial que los padres comprendan por qué se produce la ruptura y lo que implica para su hijo; por ello, Camargo recomienda:

• Ambos deben dar la noticia: Padre y madre deben estar presentes. Si no se sienten preparados, pueden hacerlo con un psicoterapeuta infantil o especialista en terapia de familia.

• Preparar a los padres: Explicarle a un niño por qué sus papás se divorcian “es un tema que a los padres no les gusta, porque se exponen”, señala la psicóloga. Sin embargo, ellos deben asumir la responsabilidad de hacer comprender al pequeño por qué ya no se aman o por qué no existe comunicación.

• Decir la verdad: Los niños son muy sensibles y empáticos. La honestidad les ayuda a entender la raíz del problema y a resolver cuestiones como compartir su tiempo con mamá y papá por separado en un futuro.

Consejos para el día a día

Es muy importante hacer ver al niño que, a partir del divorcio, la autoridad es compartida y que estén donde estén las reglas son las mismas. “Las custodias se suelen dar más a las madres que ponen más límites y el niño se harta, mientras que la parte divertida es estar con papá los fines de semana”, comenta Rebeca Camargo. Cuando el niño es más partidario de una de las figuras, se produce un fenómeno de “alienación”.

Las consecuencias son situaciones de abuso de los pequeños hacia sus papás que empeoran cuando entra en juego una nueva pareja u otros miembros de la familia entrante. La comunicación entre los papás es fundamental, pero, por diversas razones, a veces se pierde entre ellos o del niño hacia uno de los progenitores. La psicóloga recomienda evitar transferir sentimientos de rechazo hacia la expareja y dar la libertad al niño de reestablecer la comunicación en el futuro. “Hay incluso casos en los que el adulto busca al papá después de 30 años para entender por qué se separaron”, declara.

MAA