Emprendimiento social se consolida

Juan Carlos Machorro

El último Informe Especial de Emprendimiento Social del GEM reveló que, en América Latina, un 40 por ciento de los emprendimientos sociales generan más de cinco empleos, un 63 por ciento tienen voluntarios y un 67 por ciento cuentan con importantes expectativas de crecimiento.

Para el Banco Mundial, América Latina y el Caribe se han convertido en un semillero de nuevas empresas lideradas por jóvenes; es la segunda región más emprendedora del mundo y cuatro de cada 10 jóvenes manifiestan interés por emprender.

Actualmente, el emprendimiento social de América Latina está impactando en sectores como salud, energías renovables, manejo de residuos sólidos urbanos, tecnología y comunicación.

En el último SenseCamp 2021, el octavo Festival de Innovación Socioambiental de Makesense, que se celebra cada año, tuvo por temática ‘El futuro del impacto’, en donde los expertos divulgaron los sectores en los que vale la pena redirigir la atención e invitar a las empresas a involucrarse con iniciativas de impacto socioambiental.

Durante dicha actividad participaron más de 25 organizaciones aliadas y más de 900 participantes en sesiones virtuales de trabajo colaborativo, en el SenseCamp se repensaron las formas sobre cómo actuar para realizar impacto en los próximos años con las condiciones que brinda la nueva normalidad que trajo la COVID-19.

En ese sentido, estas fueron las cinco urgencias socioambientales a las que los emprendimientos tienen que prestar atención en 2022: redefinir el emprendimiento social, desempleo juvenil, innovación social en los medios de comunicación, acción climática y el rol de los ciudadanos, así como las empresas y el cambio climático.

Destacan casos de éxito como Mamotest, propuesta argentina que creó la primera red de telemamografía de Latinoamérica, o Kingo, ‘startup’ guatemalteca.