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Cada año se desperdician 20.4 millones de toneladas de comida en México

Urge controlar los desperdicios de comida en los supermercados. (Especial)
Urge controlar los desperdicios de comida en los supermercados. (Especial)

Urge controlar los desperdicios de comida en los supermercados

Juan Carlos Machorro

Cada año se desperdician 20.4 millones de toneladas de comida en México, un promedio de casi 158 kilos por persona, según datos del Banco Mundial, el equivalente al 34 por ciento de la producción para consumo humano. En cambio, terminan como alimento para animales, usado para digestión anaerobia de residuos sólidos e incluso en vertederos de basura que tienen un impacto devastador para el medio ambiente.

No hay justificación alguna para este nivel de desperdicio. En una época de creciente inseguridad alimentaria, ningún excedente de alimentos puede terminar en la basura, indica Tessa Clarke, co-fundadora y CEO de la aplicación Olio, enfocada a la redistribución eficiente de los sobrantes de alimentos en supermercados y destinarlo a fundaciones sociales.

De acuerdo con las estadísticas de organismos oficiales como la FAO actualmente en México existen 10.8 millones de personas en pobreza extrema.

“Urgentemente necesitamos reducir el desperdicio de alimentos para que menos personas padezcan hambre”, dijo.

Los supermercados hicieron enfrentaron a la pandemia, ayudando a garantizar que algunas de las personas más vulnerables de la sociedad todavía pudieran acceder a los alimentos en un entorno seguro. Ahora se necesita que los supermercados apoyen a las comunidades locales en los duros meses que se avecinan, sumándose a esta propuesta para resolver el problema del desperdicio de alimentos de una vez por todas.

Sin embargo, también debe reconocerse que los esfuerzos de los supermercados para reducir el desperdicio de alimentos enfrentan obstáculos por la falta de soluciones integrales a su disposición. Hay muchos proveedores de rescate de alimentos, todos ellos haciendo un buen trabajo, pero no necesariamente trabajando juntos, comentó.

“Es por esto por lo que debemos trabajar junto a los supermercados para acabar con el problema del desperdicio de alimentos en los supermercados”, dijo.

Convertirse en un negocio que no genera desperdicios es un paso clave de preparación para el futuro. Cada vez hay más pruebas que demuestran que los consumidores son menos tolerantes con el desperdicio de alimentos. Los consumidores están haciendo su parte; pero también esperan que los proveedores hagan lo mismo.

A pesar de esto, esas 20.4 millones de toneladas de alimentos desperdiciadas en México generan 36 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que corresponde a las emisiones anuales de casi 16 millones de vehículos. Ya el agua utilizada en producir alimentos que luego terminan en la basura es de 40 mil millones de metros cúbicos, similar al consumo de agua de todos los habitantes del país durante 2.4 años.

En última instancia, la legislación puede ser inevitable. La Unión Europea ya se está moviendo en esta dirección, mientras que en Francia, las tiendas de comestibles ya pueden ser multadas por negarse a regalar alimentos no vendidos. Lo ideal en México también sería establecer legislaciones óptimas y más eficientes ante el desperdicio de comida.

“Este es el momento de actuar. Debemos trabajar en conjunto para adelantarnos a futuras legislaciones y resolver el problema para siempre. Todos los que conformamos la industria del rescate de alimentos compartimos la misma misión”, indicó.

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