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El Banco Mundial pronostica desaceleración del crecimiento mundial este año

AP Los continuos rebrotes de COVID-19, la reducción del apoyo económico de los Gobiernos y los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales provocaron una baja en las perspectivas para la economía mundial, en el pronóstico del Banco Mundial. La agencia de 189 países que lucha contra la pobreza informó que prevé un … Leer más

AP

Los continuos rebrotes de COVID-19, la reducción del apoyo económico de los Gobiernos y los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales provocaron una baja en las perspectivas para la economía mundial, en el pronóstico del Banco Mundial.

La agencia de 189 países que lucha contra la pobreza informó que prevé un crecimiento económico mundial del 4.1 por ciento este año, por debajo del crecimiento del 4.3 por ciento que pronosticó en junio pasado. La cifra también está por debajo de la expansión del 5.5 por ciento que calcula que la economía global registró en 2021.

En su informe Perspectivas Económicas Mundiales publicado hoy, el BM proyecta que las economías emergentes y en desarrollo crezcan colectivamente un 4.6 por ciento este año, frente al 6.3 por ciento de 2021.

Sobre la economía de Estados Unidos, señaló que crecerá un 3.7 por ciento este año, frente al 5.6 por ciento de 2021. Espera que China, la segunda economía más grande del mundo, desacelere su crecimiento y que en 2022 sea del 5.1 por ciento, abajo del 8 por ciento del año pasado.

En cuanto a los 19 países europeos que comparten el euro, el BM espera que crezcan en conjunto un 4.2 por ciento este año, frente al 5.2 por ciento de 2021. De Japón, la agencia pronosticó que crezca el 2.9 por ciento en 2022, también abajo del 1.7 por ciento del año pasado.

La llegada de la pandemia de COVID-19 a principios de 2020 golpeó la producción económica mundial. La economía global se contrajo un 3.4 por ciento  en 2020. El alivio masivo proporcionado por la asistencia social proporcionada por algunos gobiernos y las tasas de interés superbajas diseñadas por los bancos centrales, y posteriormente la implementación global de vacunas, desencadenaron una recuperación inesperadamente fuerte el año pasado.

Sin embargo, la velocidad del repunte tomó por sorpresa a las empresas. Muchas están pasando trabajos para encontrar materias primas y suministros para satisfacer la demanda de los clientes, mientras hay cuellos de botella en barcos, trenes y camiones para transportarlos. Estados Unidos en particular ha tenido problemas para encontrar trabajadores para cubrir las vacantes.

Uno de los resultados han sido las tasas de inflación global más altas desde 2008. Los bancos centrales están ahora reduciendo su apoyo al crecimiento económico y sopesan aumentar las tasas de interés para combatir el repunte de los precios.

“La economía mundial se enfrenta simultáneamente al COVID-19, la inflación y la incertidumbre política, con el gasto público y las políticas monetarias en territorio desconocido”, afirmó el presidente del Banco Mundial, David Malpass.

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