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Pros y contras del uso ecológico del hidrógeno

A Hydrogen refuelling station in Sheffield, England, June 26, 2021. Hydrogen is super-abundant, and its potential as a clean fuel is enormous. But it can be expensive to separate from other elements without causing more pollution. Some companies are working to change that. (Andrew Testa/The New York Times)
A Hydrogen refuelling station in Sheffield, England, June 26, 2021. Hydrogen is super-abundant, and its potential as a clean fuel is enormous. But it can be expensive to separate from other elements without causing more pollution. Some companies are working to change that. (Andrew Testa/The New York Times)

El elemento es una respuesta al uso de los combustibles fósiles para buscar remediar el cambio climático, pero obtenerlo es difícil Stanley Reed y Jack Ewing Rachel Smith ha vivido todo el accidentado viaje del hidrógeno verde, que ha pasado de ser un sueño de los científicos a una industria que puede estar a punto … Leer más

El elemento es una respuesta al uso de los combustibles fósiles para buscar remediar el cambio climático, pero obtenerlo es difícil

Stanley Reed y Jack Ewing

Rachel Smith ha vivido todo el accidentado viaje del hidrógeno verde, que ha pasado de ser un sueño de los científicos a una industria que puede estar a punto de lograr un avance comercial. Como ingeniera, empezó a trabajar en los primeros dispositivos para fabricar este gas de combustión limpia hace dos décadas en un granero remodelado.

Ahora forma parte de un equipo que se apresura a construir máquinas gigantes que utilizarán electricidad con el fin de separar el hidrógeno del agua para grandes empresas como Royal Dutch Shell y Orsted, el promotor danés de energía eólica marina.

“Hemos pasado por esos años de infancia”, dijo Smith, directora ejecutiva de ITM Power, que funciona en una nueva y amplia fábrica de Sheffield, un centro envejecido de acerías y minería de carbón. “Estamos jugando en el mundo de los adultos y no en los laboratorios de investigación”.

Los gobiernos, los ecologistas y las empresas energéticas están llegando a un consenso sobre la necesidad de reducir de manera drástica las emisiones de carbono mediante la utilización de un combustible limpio como el hidrógeno.

Los defensores del hidrógeno han identificado más de una veintena de aplicaciones potenciales de este elemento para reducir las emisiones de carbono. Podría utilizarse para alimentar camiones de larga distancia y viajes en tren y avión. Las empresas energéticas están experimentando con una mezcla de hidrógeno y gas natural para la calefacción y la cocina.

En total, están en marcha más de 200 proyectos a gran escala para producir o transportar hidrógeno, que suponen inversiones de más de 80 mil millones de dólares. Daimler y Volvo, los mayores fabricantes de camiones del mundo, tienen previsto empezar a producir en masa camiones eléctricos de largo recorrido que funcionen con dispositivos llamados pilas de combustible que conviertan el hidrógeno en electricidad. El agua será la única emisión de los camiones.

“Podríamos imaginar una economía sustentada casi en su totalidad por una electricidad muy limpia y un hidrógeno muy limpio”, comentó Ernest Moniz, secretario de Energía del Gobierno de Obama y actual director general de la organización de investigación Energy Futures Initiative.

Sin embargo, advirtió que “tienen que pasar muchas cosas” para que un gas que ahora se utiliza sobre todo en áreas especializadas se convierta en “parte de la columna vertebral del sistema energético”.

Uno de los obstáculos por superar es la generación de una cantidad suficiente del tipo de hidrógeno adecuado, a un precio que las industrias y los consumidores puedan aceptar.

El hidrógeno es el elemento más abundante del universo, pero debe separarse de alguna otra sustancia, como en el agua o los combustibles fósiles. Industrias como la del refinado del petróleo utilizan grandes cantidades del llamado hidrógeno gris, por ejemplo, que se obtiene principalmente separando el hidrógeno del gas natural. Y ese proceso genera más emisiones de gases de efecto invernadero que la quema de diésel.

De hecho, menos del cinco por ciento del hidrógeno que se produce en la actualidad no genera emisiones, y su producción cuesta más del doble que la de la versión gris: 5 dólares por kilo frente a 1 o 2 dólares por kilo, según la empresa de investigación Bernstein. También es más caro que los combustibles convencionales, como el diésel.

La empresa de Smith en Sheffield es una de las fuentes más prometedoras de hidrógeno fabricado sin producir emisiones. Fabrica dispositivos conocidos como electrolizadores, que utilizan electricidad para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Este hidrógeno no produce emisiones siempre que la electricidad proceda de fuentes eólicas y solares.

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