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Manipulación, sin filtro en redes sociales: OTAN

Un informe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte halló que la mayor parte de la actividad falsa en estas plataformas persigue fines comerciales Las empresas de redes sociales son incapaces de impedir la actividad manipuladora, advirtió un informe difundido ayer por investigadores afiliados a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, por … Leer más

Un informe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte halló que la mayor parte de la actividad falsa en estas plataformas persigue fines comerciales

Las empresas de redes sociales son incapaces de impedir la actividad manipuladora, advirtió un informe difundido ayer por investigadores afiliados a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, por sus siglas en inglés). El estudio revela cómo pudieron comprar fácilmente miles de ‘me gusta’, comentarios y vistas en Facebook, Twitter, YouTube e Instagram.

La mayoría de las cuentas falsas y la actividad que realizaban siguieron durante semanas, incluso después de que los investigadores del Centro de Comando Estratégico de Excelencia indicaran que eran falsas.

El centro –un grupo independiente con sede en Letonia que asesora a la alianza militar– dijo que sus conclusiones contrastan con las declaraciones de las compañías tecnológicas, de que se han esforzado para eliminar la manipulación.

“Las empresas de redes sociales en general enfrentan retos significativos para contrarrestar el uso malicioso de sus plataformas”, indica el informe.

Este uso malicioso surgió como un problema grave para las empresas tecnológicas después de la elección estadounidense de 2016, cuando se difundió información sobre la injerencia rusa.

Los investigadores hallaron que la mayor parte de la actividad falsa no persigue fines políticos, sino comerciales. Incluye, por ejemplo, a las celebridades en Instagram que exageran sus perfiles para ganar más dinero con sus contratos de marca.

Sin embargo, también se usan cuentas falsas con fines políticos, aunque es una parte menor del sector y apunta a páginas “no occidentales”, dijeron los investigadores. Observaron que fueron usadas para comprar participación en cientos de páginas políticas y decenas de sitios oficiales.

Para realizar el estudio, los investigadores recurrieron al sector de “proveedores de servicios de manipulación”, que se amplía para satisfacer la demanda creciente de ‘clics’ y ‘me gusta’ falsos. Utilizaron 16 empresas, la mayoría con sede en Rusia, para comprar 105 mensajes en Facebook, Twitter, YouTube e Instagram. Por apenas 300 euros (330 dólares) pudieron comprar 3 mil 530 comentarios, 25 mil 750 me gusta, 20 mil vistas y 5 mil 100 seguidores.

Para evitar afectar conversaciones reales, compraron ‘clics’ para mensajes que tenían al menos seis meses de antigüedad y enviaban “hola” y “gracias” en saludos de año nuevo de los comisionados de la Unión Europea.

Cuatro semanas más tarde, el 80 por ciento de la actividad falsa continuaba en línea, dijeron los investigadores, que intentaban determinar si los sitios detectaban el abuso. Declararon que 100 de las cuentas eran falsas, pero hallaron que 95 de ellas seguían activas tres semanas después.

‘Cambdrige Analytica engañó a usuarios’

Reguladores estadounidenses concluyeron ayer que la consultora británica Cambridge Analytica –que estuvo en el centro de un escándalo de robo de datos por medio de Facebook– engañó a usuarios sobre cómo recolectaba y usaba su información personal.

La Comisión Federal de Comercio (FTC) dijo que la investigación, lanzada en marzo de 2018, llegó a la conclusión de que la empresa de consultoría política ahora desaparecida “se involucró en prácticas engañosas para recolectar información personal de decenas de millones de usuarios de Facebook” para definir sus perfiles políticos y convertirlos en objetivos de campañas.

La FTC dijo que la firma británica –que trabajó en la campaña presidencial de 2016 de Donald Trump – hizo afirmaciones “falsas y engañosas” cuando ofreció a los usuarios de la red social un “cuestionario de personalidad”, afirmando que no descargaría nombres ni ninguna otra información de identificación personal.

El caso creó un escándalo sobre la protección de datos cuando se reveló que Cambridge Analytica podía crear perfiles psicológicos utilizando datos de millones de usuarios de Facebook a través de la recolección de datos.

La aplicación de predicción de personalidad fue descargada por 270 mil personas, pero también recogió datos de sus amigos, y la empresa hizo un esfuerzo para predecir el comportamiento de los votantes de Estados Unidos.

No quedó claro de inmediato qué impacto tendrían los hallazgos de la FTC.

La FTC emitió una orden que prohibía a Cambridge Analytica, cerrada en 2018, hacer declaraciones falsas sobre cómo maneja los datos personales y requería el cumplimiento de un acuerdo de privacidad entre Estados Unidos y la Unión Europea.

La FTC llegó a un acuerdo a principios de este año con el exdirector ejecutivo de Cambridge Analytica, Alexander Nix, y el desarrollador de aplicaciones Aleksandr Kogan, que les exigía eliminar o destruir cualquier información personal que hayan recopilado.

La propia investigación de Facebook encontró que datos de unos 87 millones de usuarios habían sido afectados, y que las prácticas violaban los términos del servicio de la red.

LRR

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