La recreación continúa en parques de Querétaro a pesar del COVID-19

Si bien el Gobierno de Querétaro exhorto a los ciudadanos  a salir solo en casos de necesidad, la recreación prevalece en los parques

Miguel Tierrafría

Al cobijo de la sombra de los grandes árboles del parque ubicado en Jardines de la Hacienda en la capital queretana, pese a la contingencia sanitaria por el coronavirus implementada por el gobierno del estado de Querétaro, La recreación continúa en parques.

Durante la mañana adornada de un tapiz de hojas de jacaranda caídas, aquellos que salen a correr hacen uso de la pista en contorno al parque. En uno de los extremos, una pareja juega a la pelota con su hija como parte de un ejercicio de recreación; en el otro extremo del parque, labora sin cesar el personal de Servicios Públicos Municipales de Querétaro, cortando la mala hierba del parque y, a ritmo de la canción de Bob Dylan ‘Blowing in the wind’, el personal sopla las hojas caídas de las jacarandas. Sentado en una banca, un joven en intervalos, comienza la lectura de su libro y lo intercambia por una revisión periódica de su ‘smartphone’.

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Incluso, pareciese que la contingencia fomenta que la recreación continúe en los parques de Querétaro–o más bien, retoma lo lúdico de otros tiempos–, pues unos jóvenes que rondan entre los 17 y los 31 años de edad, juegan sin cesar a la rayuela, un juego comúnmente encontrado solo en los lugares de nostalgia como las cantinas o las pulquerías. Uno de los más grandes del grupo ya le ganó a todos. Les pide que sigan apostando pero los más jóvenes exclaman que ya no tienen más dinero. Aquel muestra decepción, pero se sabe triunfador. Paran. Ahora se ven unos a otros. Están frente a la Parroquia de la Sagrada y uno de  ellos toma su bicicleta, se pone su tapabocas estilo industrial y empieza a dar vueltas en ella alrededor del circuito.

Como también el parque es lugar para negocio y no solo para la recreación, una camioneta blanca se estaciona y de pronto comienza la vendimia de tapabocas a los jóvenes que contemplan el espacio. Con poca insistencia y entusiasmo el hombre que bajó de la camioneta desiste con ellos y sigue con otras personas sentadas en el parque. Del otro lado, una señora tiene un carrito lleno de dulces esperando lograr vender algo.

EMERGENCIA SANITARIA HASTA EL 30 DE ABRIL

Desde el 31 de marzo, el Gobierno federal decretó la emergencia sanitaria, en el cual, se ordena la suspensión inmediata hasta el 30 de abril de las actividades no esenciales con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del coronavirus (COVID-19); incluso este sábado, el gobernador Francisco Domínguez Servién exhortó a los ciudadanos a permanecer en sus hogares y salir solo a comprar víveres.

Sin embargo, a pesar a los llamados de las autoridades estatales y federales, pareciera que es otro día más de la naciente primavera. La temperatura ambiente se eleva por el intenso sol y siguen llegando personas. Incluso algunos repartidores de Rappi –unos en bicicleta y otros en motocicleta– hacen una parada técnica en el parque. Unos cuantos se sientan en las bancas vacías y miran su celular; otros, se tiran al pasto y platican entre ellos, quizá conversando sobre los pormenores del día, de los últimos días en que quizá son más solicitados sus servicios de comida a domicilio.

En tanto, entre el ambiente vivo del parque, una señora con tapabocas, parada en la puerta del negocio que atiende, a la espera de comensales, observa como el tapiz de hojas de jacarandas es soplado al ritmo de ‘Blowing in the wind’.