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Funcionarios de Estados Unidos predicen el camino de la guerra

Las fuerzas militares de Ucrania continúan luchando en la guerra contra Rusia. / Foto: Finbarr O'Reilly/The New York Times
Las fuerzas militares de Ucrania continúan luchando en la guerra contra Rusia. / Foto: Finbarr O'Reilly/The New York Times

Los analistas y los comandantes retirados estadounidenses ofrecieron pronósticos diferentes sobre cómo podría cambiar la guerra

Helene Cooper, Eric Schmitt and Julian E. Barnes

Cuando Rusia cambió su campaña militar para centrarse en el este de Ucrania esta primavera, los principales funcionarios del gobierno de Estados Unidos dijeron que las próximas cuatro a seis horas de lucha determinarían el camino final de la guerra.

Ese lapso ya pasó y los funcionarios afirman que cada vez tienen una idea más clara: es probable que Rusia acabe con más territorio, dicen, pero ningún bando se quedará con todo el control de la región ya que el mermado Ejército ruso se enfrenta a un opositor con armas cada vez más sofisticadas.

Aunque Rusia se ha apoderado de territorio en la región más oriental de Lugansk, sus avances han sido lentos. Mientras tanto, la llegada de sistemas de artillería de largo alcance provenientes de Estados Unidos, y de ucranianos entrenados para usarlos, debería ayudar a Ucrania en los combates por venir, afirmó el general Mark A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto.

“Si los usan de la manera adecuada, de la manera práctica, entonces tendrán efectos en extremo positivos en el campo de batalla”, declaró Milley a los reporteros que viajaban a casa con él este mes después de una visita a Europa.

Los funcionarios del Pentágono afirmaron que eso significaba que Rusia podría no ser capaz de lograr las victorias similares en la vecina Donets, que junto con Lugansk conforman la región rica en minerales del Donbás. El Ejército ucraniano ha estado combatiendo a los separatistas respaldados por Rusia en el Donbás desde 2014, cuando Moscú se anexó Crimea y se la arrebató a Ucrania.

Tras semanas de batallas sangrientas en el este —en las que hasta 200 soldados ucranianos mueren todos los días, según los cálculos del propio gobierno, y el Ejército ruso tiene un número de bajas igual o mayor, según los cálculos de Occidente— Rusia controla casi la misma extensión de territorio en Donets que los separatistas controlaban en febrero antes de la invasión.

Sin embargo, los funcionarios estadounidenses dicen que esperan que Rusia pronto tome el control de toda la región de Lugansk. Un funcionario de defensa dijo que anticipaba que las ciudades vecinas de Severodonetsk y Lisichansk cayeran en cuestión de días, pues las fuerzas rusas golpeaban la zona con artillería pesada y bombas de caída libre, que carecen de un sistema de guía y dejan a su paso muchos muertos.

De acuerdo con los informes del fin de semana, las fuerzas rusas permearon el frente ucraniano en Toshkivka, una población ubicada a las afueras de Severodonetsk y Lisichansk. La toma de Toshkivka hace que los rusos estén más cerca de amenazar las líneas de suministro ucranianas a las dos ciudades, que son los dos últimos centros de población importantes de Lugansk que no están en poder de Rusia. Hasta el lunes, no estaba claro qué bando controlaba Toshkivka.

Los funcionarios estadounidenses afirman que los soldados rusos en tierra avanzan con lentitud y en algunos casos han tardado semanas en desplazarse uno o dos kilómetros. Esto podría indicar una falta de soldados de infantería o una mayor precaución por parte de Moscú después de haber tenido problemas con las líneas de suministro en las primeras semanas de la guerra, que fueron desastrosas.

Varios analistas militares afirman que Rusia está en su máximo nivel de eficacia de combate en el este, ya que los sistemas de artillería de largo alcance prometidos a Ucrania por los países de la OTAN siguen llegando. Ucrania está bastante rebasada, dicen, un hecho que el presidente Volodímir Zelenski reconoció la semana pasada.

“Para nosotros, el precio de esta batalla es muy alto”, dijo el mandatario en un discurso nocturno. “Da miedo. Y todos los días llamamos la atención de nuestros aliados sobre el hecho de que solo un número suficiente de artillería moderna para Ucrania asegurará nuestra ventaja y, en última instancia, el fin de la tortura rusa en el Donbás ucraniano”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el miércoles que destinará mil millones de dólares adicionales en armas y ayuda para Ucrania, en un paquete que incluye más artillería de largo alcance, lanzadores de misiles antinavíos y cartuchos para obuses y para el nuevo sistema de cohetes estadounidense. En total, Estados Unidos ha conferido unos 5 mil 600 millones de dólares en ayuda a la seguridad de Ucrania desde que Rusia invadió el país el 24 de febrero.

Zelenski y sus colaboradores han apelado a Occidente para que suministre más del sofisticado armamento que ya ha enviado. Han cuestionado el compromiso de sus aliados con la causa ucraniana y han insistido en que nada más puede detener el avance de Rusia, que incluso según estimaciones conservadoras ha cobrado la vida de decenas de miles de civiles y soldados.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, instó la semana pasada a los aliados occidentales a redoblar su ayuda militar a Ucrania, advirtiendo que el país: “se enfrenta a un momento crucial en el campo de batalla” en su lucha de casi cuatro meses con Rusia. Austin y Milley se reunieron con los aliados de Estados Unidos en Bruselas para discutir cómo seguir ayudando a Ucrania.

Los funcionarios del Pentágono esperan que la llegada de más sistemas de artillería de largo alcance cambie la situación del campo de batalla en Donets, si no lo hace en Lugansk.

Frederick B. Hodges, comandante retirado del Ejército estadounidense en Europa que ahora trabaja en el Centro de Análisis de Políticas Europeas, dijo que es probable que la guerra dure muchos meses más. Sin embargo, predijo que las fuerzas ucranianas (reforzadas por la artillería pesada de Occidente) frenarían el avance de Rusia y empezarían a revertir sus avances a finales del verano.

“La guerra es una prueba de voluntad y los ucranianos tienen una voluntad superior”, afirmó Hodges. “Veo que la situación logística ucraniana mejora cada semana, mientras que la situación logística rusa se irá degradando poco a poco. No tienen aliados ni amigos”.

El ejército ruso está hecho para campañas cortas y de alta intensidad definidas por un fuerte uso de la artillería, dijeron los analistas militares. No está preparado para una ocupación sostenida ni para el tipo de guerra de desgaste que se está llevando a cabo en el este de Ucrania y que requiere intercambiar fuerzas terrestres abatidas.

“Este es un periodo crítico para ambas partes”, comentó Michael Kofman, director de estudios rusos en CNA, un instituto de investigación en Arlington, Virginia. Es probable que en los próximos dos meses, ambos ejércitos estén exhaustos. Ucrania tiene un déficit de equipos y municiones. Rusia ya ha perdido gran parte de su poder de combate y sus fuerzas no están bien preparadas para una guerra terrestre sostenida de esta escala y duración”.

Rusia tratará de seguir ganando territorio kilómetro a kilómetro y luego quizá refuerce sus líneas del frente con minas y otras defensas contra un contraataque ucraniano, lo cual se espera después de que los sistemas de artillería de largo alcance lleguen al campo de batalla, según los analistas.

En los últimos días, ninguna de las dos fuerzas ha sido capaz de lograr un avance importante en las líneas del frente de su adversario.

Aunque el terreno puede cambiar de manos, “ninguno de los dos bandos tiene la masa necesaria para aprovechar los pequeños avances”, dijo en una publicación de Twitter este mes Christopher M. Dougherty, quien fue soldado Ranger y analista de defensa en el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense. “En este momento, la guerra puede convertirse en una prueba de resistencia”, agregó.

Los analistas y los comandantes retirados estadounidenses ofrecieron pronósticos diferentes sobre cómo podría cambiar la guerra.

Las debilidades en la posición del ejército ucraniano están empezando a mostrarse y hacen sentir preocupación. Mientras que algunos analistas independientes han predicho que el avance ruso se detendrá en Severodonetsk, los expertos del gobierno estadounidense no están tan seguros. Algunos dicen que creen que el avance ruso podría continuar y que los rusos pronto podrían hacer mayores progresos en las zonas donde los contraataques ucranianos han tenido éxito.

Según funcionarios actuales y anteriores, las tácticas de Rusia están teniendo un efecto devastador en el este de Ucrania y han causado tanta destrucción que Zelenski ha declarado que su ejército está luchando en “ciudades muertas” en las que la mayoría de los civiles han huido.

Otros analistas predicen un estira y afloja que podría prolongarse durante meses o incluso años.

“Es probable que esto continúe, y que cada bando intercambie territorio en los márgenes”, afirmó Kofman. “Va a ser una situación con muchos cambios. Es poco probable que haya caídas significativas o derrotas importantes”.

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