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Ucrania: La abrumadora vida en una unidad ucraniana

Hay circunstancias que han impuesto una rutina sombría para Ucrania. Los ucranianos han sido golpeados día tras día por el armamento ruso y no tienen cómo contestar el ataque

Andrew E. Kramer

Con la ayuda de binoculares, los militares ucranianos pueden ver la posición rusa a la distancia. Sin embargo, la única arma de artillería que operan en un puesto de avanzada pequeño y desordenado en la estepa sur tiene un alcance insuficiente para poder impactarla.

Estas circunstancias han impuesto una rutina abrumadoramente sombría para los ucranianos, quienes son golpeados día tras día por el armamento ruso y no tienen medios de contestar el ataque. Cada cierta cantidad de horas, se echan pecho a tierra en las trincheras para eludir los proyectiles que cruzan el cielo.

“Tienen nuestra posición fijada, saben dónde estamos”, comentó el sargento Anatoly Vykhovanets. “Es como si estuviéramos en la palma de su mano”.

Mientras el presidente ucraniano Volodímir Zelenski hace peticiones casi diarias a Occidente para que le brinden artillería más pesada, son posiciones como la ubicada aquí, en la ribera poniente del río Dniéper, las que ilustran bien cuán urgente es ese tipo de armamento para Ucrania. Analistas militares afirman que la batalla ahora no depende tanto de la habilidad o el valor de los militares ucranianos, sino de la precisión, la cantidad y el poder de impacto de sus
armas de largo alcance.

La capacidad de artillería de los dos ejércitos cerca de Pryvillia favorece tanto a Rusia que los funcionarios ucranianos han destacado de manera específica la región en sus solicitudes de mayor apoyo militar a los funcionarios occidentales y a miembros del Congreso de Estados Unidos.

En respuesta, los aliados occidentales han comenzado a intentar apresurar el transporte de sistemas de artillería y equipo relacionado a Ucrania, los cuales están empezando a llegar; pero no con la rapidez que los funcionarios ucranianos han deseado; en especial, en lugares como este puesto de avanzada pequeño
en el sur.

Estados Unidos anunció planes para enviar 90 obuses M777, un sistema capaz de disparar a distancias de hasta 40 kilómetros con gran precisión, pero fue hasta esta semana que se disparó en combate el primero en esta región, según un video que el Ejército proporcionó a un medio informativo ucraniano.

Otras de las armas estadounidenses con las que Ucrania espera contar son drones para detectar objetivos y corregir el fuego de artillería, así como vehículos blindados con orugas usados para remolcar obuses y colocarlos en posición incluso cuando se está bajo ataque.

El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó una versión actualizada de la Ley de Préstamo y Arriendo, la cual permitiría la transferencia de armamento estadounidense adicional a Ucrania y la Cámara de Representantes aprobó un paquete de ayuda por 40 mil millones de dólares.

No obstante, por ahora, en el puesto de avanzada del Décimo Séptimo Regimiento de Tanques de Ucrania, en una línea de árboles entre dos campos, lo máximo que los militares pueden hacer es intentar sobrevivir.

Para lograrlo, designan a un centinela a toda hora. El elegido se para, como un perrito de la pradera en guardia en el centro de la unidad, para estar atento en caso de que se escuche el estruendo distante de la artillería rusa saliente. La alerta es “¡Aire!”. Los militares tienen alrededor de tres segundos para echarse pecho a tierra en la trinchera antes de que impacten los proyectiles.

El Ejército ucraniano sí responde la agresión con un sistema de artillería que opera en la parte posterior de esta posición, pero tiene muy pocas armas para desplazar a la línea de armamento ruso.

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