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El ‘metaverso’ se adueña de la moda digital en el mundo

El 'metaverso' se adueña de la moda digital en el mundo
El 'metaverso' se adueña de la moda digital en el mundo

John Herrman Si tienes una conexión a internet, tal vez conozcas esa sensación. Algo nuevo empieza a suceder en la red. La gente parece muy entusiasmada con ello. De repente, sientes curiosidad (claro, me uniré a TikTok.) O tal vez sientas pavor (¿ya es demasiado tarde para comprar criptomonedas?) Todo el mundo, en algún momento, … Leer más

John Herrman

Si tienes una conexión a internet, tal vez conozcas esa sensación. Algo nuevo empieza a suceder en la red. La gente parece muy entusiasmada con ello. De repente, sientes curiosidad (claro, me uniré a TikTok.) O tal vez sientas pavor (¿ya es demasiado tarde para comprar criptomonedas?) Todo el mundo, en algún momento, teme perderse algo.

A todo esto, ¿has oído hablar del metaverso? Aunque no hayas visto el video de 81 minutos de Mark Zuckerberg sobre el futuro de la interacción humana, que culminó con el cambio de nombre de Facebook a Meta, el término ha estado en boca de todos este año. Líderes de la tecnología, el entretenimiento y la moda se han apresurado a apropiarse de esta palabra, aunque pocos parecen ponerse de acuerdo sobre qué es en realidad. Lo importante es que ya se acerca.

EL METAVERSO Y LA SENSACIÓN DE PERDERSE ALGO

Las conversaciones sobre el metaverso resumen el sentimiento de aprehensión de estarse perdiendo algo gratificante a su forma más generalizada. El término “metaverso” fue acuñado por Neal Stephenson en ‘Snow Cash’, su novela de 1992, y en fechas recientes se ha utilizado de manera tan extendida y diversa que ha llegado a significar algo no más específico que el futuro. ¿Quién quiere perderse eso?

Bueno, siendo honestos, mucha gente. Y tienen sus razones. Por ahora, hablar del metaverso es sobre todo un ejercicio de marca: un intento de unificar, bajo una bandera conceptual, un montón de cosas que ya están tomando forma en línea.

Matthew Ball, un inversionista de capital riesgo que escribe sobre el metaverso, lo ha descrito como “una especie de estado sucesor de la Internet móvil”, lo cual resulta útil para desmitificarlo: el metaverso describe cómo varias tecnologías emergentes —las criptomonedas, los tókenes no fungibles conocidos como NFT, las plataformas de juego en línea como Roblox, y hardware de realidad mixta y virtual, incluyendo Oculus de Facebook, por ejemplo— pueden crecer y traslaparse. En palabras de Zuckerberg: “Creo que el metaverso es el próximo capítulo de Internet, y también es el próximo capítulo de nuestra empresa”.

UN FUTURO A DIEZ AÑOS

A modo de comparación, Ball suele remitirse a la era de los teléfonos inteligentes, que cambió nuestra relación con la tecnología de un modo tan profundo e impactante, pero que ahora nos parece cotidiano.

Piensa en cómo eran las cosas hace diez años, cuando los teléfonos inteligentes y las aplicaciones eran nuevos y las redes sociales estaban en auge. Mucha gente creía que la era de la súper computadora de bolsillo cambiaría, pues, muchas cosas cambiarían, aunque no supieran muy bien cómo. Los promotores del metaverso, que pueden parecer ansiosos por deshacerse del bagaje de la última era, creen que estamos en la cúspide de cambios aún mayores.

Si esto suena más lineal que visionario, a pesar de la marca de ciencia ficción y de hablar de “décadas a partir de ahora”, es porque lo es. Fortnite cuenta con más de 300 millones de jugadores en todo el mundo, muchos de los cuales lo ven como una opción para pasar el rato con los amigos e involucrarse con la cultura en general. Las criptomonedas y los NFT solo son especulativos en el sentido financiero: existen, y quizá conozcas a alguien que tiene alguno. Hay decenas de millones de audífonos de realidad virtual en circulación, sobre todo para jugar. Prueba uno. ¡Son interesantes!

EL DON DE ESTAR EN TODAS PARTES

Incluso puedes considerar las modalidades tan obvias en las que Internet se ha hecho más presente en tu vida, dando la bienvenida a la metaversión. La manera en que has cultivado personalidades en línea en diferentes contextos, en Instagram o LinkedIn o Slack. La forma en que juegas al Scrabble en tu teléfono todo el día, estés donde estés. La lúgubre oficina virtual de la rutina en el Zoom por la pandemia de COVID. El chat grupal.

Utilizar una etiqueta como “el metaverso” tiene el extraño efecto de hacer que cosas que ya están sucediendo suenen lejanas e imposibles. La gente en verdad “está” gastando enormes cantidades de tiempo y dinero en espacios interactivos enriquecidos, similares a un juego, con culturas y economías propias. Los emprendedores de verdad están construyendo un sistema financiero alternativo mediante la tecnología de cadenas de bloques, comprando y vendiendo bienes inmuebles virtuales e intentando averiguar cómo podría gobernarse un sistema sin sede ni Estado.

LAS PREOCUPACIONES

Como han señalado varios escritores de tecnología, el planteamiento de Zuckerberg no es en particular novedoso (cualquier aficionado a Roblox que conozcas podría habértelo dicho). La etiqueta también proporciona un tema polémico para la crítica. Si algo de estas tendencias te preocupa, ¡no te preocupes! Todo será mejor cuando estemos “de verdad” en el metaverso.

A pesar de todos sus guiños a un futuro vago aún por construirse, el intento de Zuckerberg de explicar y apropiarse del metaverso dejó algo claro: quién más puede estar sintiendo que se pierde algo es él. Para alguien cuya empresa puede decirse que ha cambiado el curso de la historia, convirtiéndose en el centro de las vidas de miles de millones de personas, la perspectiva de otra nueva era de Internet podría ser en verdad aterradora.

A los primeros ganadores de la era de las redes sociales no se les escapa que gran parte de lo que entusiasma a la gente que está conectada a Internet en estos momentos —casi cualquier cosa que prometa una experiencia “descentralizada”— se posiciona, por definición, en contra de grandes empresas como Facebook (esto también explicaría por qué Zuckerberg pasó tanto tiempo hablando de la realidad virtual, donde Facebook tiene una verdadera posición establecida).

A LA VANGUARDIA, PERO DEL MERCADO

No perderse la última gran novedad es lo que ha convertido a los líderes tecnológicos, y a sus empresas, en lo que son. Perderse el próximo gran acontecimiento, sea cual sea, no es una opción. Dar un nombre unificador a varias tendencias prometedoras y amenazantes es más reconfortante, desde este punto de vista, que contemplar el caos de decenas de tecnologías que compiten entre sí y que están siendo adoptadas por miles de millones de personas que se precipitan en direcciones que ni siquiera los visionarios más clarividentes conseguirán entender.

Los actuales gigantes de la tecnología tienen recursos, talento y la sensación de perderse algo en un grado industrial, así que sería un error subestimar su influencia en este supuesto estado sucesor de Internet.

Sin embargo, hay dos predicciones que me siento cómodo haciendo sobre el metaverso.

La primera: las personas que habitan sus extensos y distintos entornos aún por determinar no lo llamarán “el metaverso”. Si en verdad hacemos nuestro trabajo en oficinas virtuales, solo lo llamaremos trabajo.

La segunda: para la mayoría de nosotros, el problema no será perdernos un estilo de vida más conectado, en el que las identidades, el trabajo y la sociabilidad se mezclen aún más en los entornos físicos y virtuales, muchos de ellos diseñados con fines de lucro; será más bien averiguar si podemos abandonarlo.

MT

 

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