Renuncia gabinete de Líbano ante indignación pública

Hassan Diab deja su cargo. Desde octubre pasado la población ha exigido su renuncia pues su mandato se ha regido por la corrupción

AP

El primer ministro libanés Hassan Diab presentó ayer su renuncia junto con varios integrantes del gabinete en medio de la indignación pública contra la élite política del país tras la devastadora explosión en Beirut la semana pasada.

Diab acudió al palacio presidencial para presentar la renuncia. Esto sigue a un fin de semana de protestas en contra del gobierno tras la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, que causó una extensa destrucción.

El momento representa el dilema político que vive Líbano. Desde octubre, han hecho enormes manifestaciones para exigir la salida de todo el liderazgo basado en sectarismo por la corrupción, incompetencia y mala administración.

Sin embargo, la oligarquía gobernante se mantiene en el poder durante tanto tiempo, desde que terminó la guerra civil en 1990, por lo que es difícil hallar una figura política sin vínculos con ellos.

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Aunque la renuncia de Diab era inevitable tras la catástrofe, se mostró poco dispuesto a salirse y hace dos días dio un discurso que se transmitió por televisión en el que dijo que podría quedarse durante dos meses más para permitir que varias facciones llegaran a acuerdos para las reformas. Sin embargo, la presión al interior de su gabinete fue demasiada.

El gobierno de Diab se formó después de que su predecesor, Saad Hariri, renunció en octubre en respuesta a las manifestaciones. Pasaron meses de disputas entre las facciones de liderazgo antes de que escogieran a Diab.

Su gobierno, que recibió apoyo de grupo armado Hezbollah y sus aliados y era considerado unilateral, básicamente estuvo condenado desde el inicio, cuando tuvo la tarea de cumplir demandas para reformas compuestas por las facciones que reformistas quieren expulsar.

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“Espero que el periodo provisional no sea largo porque el país no puede soportarlo. Esperemos que un nuevo gobierno se forme rápidamente”, dijo el ministro de Obras Públicas Michel Najjar a la prensa. “Un gobierno efectivo es lo menos que necesitamos para salir de esta crisis”.

Durante las protestas del fin de semana hubo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que rociaron gas lacrimógeno a la mayoría de los manifestantes.

Se cree que la explosión fue causada por un incendio que detonó una reserva del muy volátil nitrato de amonio.

También se informó que el material estaba almacenado en el puerto desde 2013 con pocas medidas de seguridad a pesar de las varias advertencias de peligro.